Sandro Ramírez continúa con el proceso de recuperación de la rotura de grado 2 en los isquiotibiales de su pierna derecha. Lleva ya cerca de un mes en el dique seco, pero ayer comenzó a ver la luz al final del túnel tras pisar el césped del Ciudad de Málaga para realizar carrera continua bajo la lluvia.

El Pichichi blanquiazul se lesionó durante el partido contra la Real Sociedad en Martiricos, ya se perdió tres partidos y al menos restan otras tres semanas más para que se reincorpore al trabajo con el equipo.

De momento, el ariete va cumpliendo los plazos establecidos por los galenos en el momento de su lesión -fijaron su recuperación en un mes y medio aproximadamente­-, pero el club no quiere arriesgarse y prefiere ir con cautela con la recuperación de su jugador más determinante.

Sin prisa pero sin pausa. El Málaga necesita a su delantero ante la palpable falta de claridad que el equipo blanquiazul ha evidenciado en su ausencia. Y es que el impacto del delantero en este equipo es enorme. No solo es capaz de mantener un flujo goleador alto, suma nueve goles en lo que va de temporada (siete en Liga y dos en Copa), también es capaz de generar mucho peligro, ocasiones de gol, segundas jugadas y capacidad de desatascar un partido con su tremendo golpeo a balón parado.

Los números cantan por sí solos y Sandro acumula más goles que todos los delanteros del Málaga juntos. El canario suma 7 tantos, mientras que entre el resto de arietes de la primera plantilla han conseguido un total de 5 goles -Michael Santos (3), Charles (1), Youssef En-Nesyri (1) y Adalberto Peñaranda (-).

La responsabilidad del gol recae en ellos, al menos hasta finales de mes, cuando está previsto que Sandro reaparezca. Tienen por delante cuatro encuentros (Villarreal, Las Palmas, Eibar y Betis) para reivindicarse.