El de ayer en el Estadio de La Cerámica no fue un partido cualquiera. La actuación de Vicandi Garrido desató una catarata de reacciones por parte de todos los estamentos del Málaga CF que lamentan la actuación del colegiado vasco ante el Villarreal y además también se retrotraen a encuentros pasados para reclamar más respeto arbitral tras los últimos encuentros.

El primero en señalar al colectivo arbitral fue el técnico en sala de prensa. Marcelo Romero se mordió la lengua, pero dejó clara su postura. «El Real Madrid nos hace un gol en fuera de juego, Osasuna nos hace un gol en fuera de juego y hoy -por ayer- nos pitan un penalti que no existe. Viendo las imágenes hay penalti a Charles, claro, con Trigueros colgado del brazo y el árbitro en buena posición para poderlo pitar», indicó.

«Encima te sacan dos tarjetas que te condicionan el resto del partido. Nos estamos jugando mucho, nos estamos jugando mucho y del Málaga dependen muchas familias. No venimos a pasear a los campos y el mismo respeto que tienen a los grandes nos lo tienen que tener a los otros equipos», señaló.

Así, el técnico malaguista manifestó su «completo» enfado tras un partido «bonito y agradable para los dos», aunque dijo que no le gusta el «afán de quejarse» porque «no es la solución». «Llevamos tres partidos condicionados por goles o por penaltis que no han sido. Así la suma de puntos se hace más difícil cuando se te pone todo cuesta abajo. El equipo mereció ganar y mereció más», agregó en la rueda de prensa posterior al choque.

Romero se fue con la sensación de mejoría del equipo al complicar a un rival «competitivo» como el ´Submarino amarillo´. «Hemos tenido nuestras oportunidades, hemos convertido fuera de casa y estoy contento por el sacrificio del equipo», añadió.

«Que sigan creyendo en el equipo, que lo está demostrando cada vez más. Ellos lo han demostrado ante el Espanyol, que animaron hasta lo último. Empujan al equipo y a seguir con esas sensaciones positivas, tanto afición como equipo, y ser un puño, con tranquilidad porque el equipo va a salir de esta situación. Lo único que pido es que no me quiten nada ni me den nada, pero que el partido sea parejo para cualquiera de los dos equipos», reclamó a los aficionados.Los jugadores, calientes

Además, los jugadores mostraron su enfado nada más acabar el partido. Charles, para las cámaras de beIN LaLiga también quiso no meter la pata. «El Villarreal es un equipazo, en su casa es fuerte, pero no nos pitan un penalti clarísimo, en la siguiente pita un penalti que no es y luego una expulsión que no sé... Si hablas porque hablas; si no, porque no. Si hablas te multan y te hacen de todo?», aseguró.

José Rodríguez también lamentó en zona mixta el error arbitral. «Para mí no ha sido penalti (el de Sansone), pero él es el que manda dentro del campo y ha dicho que para él era penalti. Dos Santos me ha dicho que no ha sido penalti, que no sabe cómo lo ha sacado. En el del agarrón a Charles estaba muy lejos. Charles me ha sido sincero y me ha dicho que sí. Nos ha condicionado el partido, con ese penalti hubiésemos ganado seguro», dijo.

Recio, que está lesionado y que no viajó, también mostró su malestar a través de su perfil de Twitter. «¡Qué vergüenza! Es increíble», apuntó el malagueño mientras aún se estaba disputando el partido.

Incluso el vicepresidente del club, Nasser Al-Thani, mostró su malestar a través de las redes, aunque sorprendió que en esta ocasión no lo hiciera el presidente Al-Thani. «Todos sabemos lo que está pasando y os prometemos que por nuestra parte trabajaremos duro para solucionarlo #JuegoLimpio», dijo.

La afición, indignada

Por último, la afición también mostró su indignación por el arbitraje. Las quejas se hicieron notar en las redes sociales desde el mismo momento que el Málaga CF sufrió los penaltis -el no señalado a Charles y el sí pitado a Sansone- y a través del hashtag #RoboalMalaga se sucedieron las críticas al estamento arbitral. Tanto es así que Federación de Peñas mostró su queja a través de un comunicado. «Hay actitudes que no podemos pasar por alto y una de ellas es el arbitraje del señor Vicandi Garrido. Un colegiado debe guardar unas mínimas normas de respeto, como juez que se le presupone ser, en el cometido de su función, y la actitud mostrada por él dista mucho de ese mínimo respeto exigido», apuntan. Sin duda, el malaguismo está en pie de guerra.