El hartazgo de Setién. Látigo y decibelios. El creador de la UD de seda exige sangre, sudor y lágrimas. Gritos en busca del equilibrio en la batalla de las áreas. Restan 16 finales. «Me cago en la puta (...) ¡Qué pasa con las risitas! No marcamos ni un gol y encima estamos de risitas. Para un momento. ¡Así llegan los partidos y no metemos ni una!». Dos derrotas consecutivas y 209 minutos sin marcar son motivos suficientes para dar un golpe sobre la mesa. E incendiar la oficina.

Setién reprendió en uno de los entrenamientos de esta semana a sus pupilos, ante la falta de determinación y energía en la primera parte de la sesión -ejercicio de combinación y remate a portería-. Cabreo fundamentado en la pérdida del rigor defensivo y precisión.

En los últimos quince duelos oficiales, solo se dejaron la portería a cero en una ocasión -ante el Sporting, 1-0, el 7 de enero-. La galaxia amarilla ha perdido el gobierno de las áreas. La muralla se desmorona. Si se amplía el foco, en este curso, no ha recibido goles en cuatro ocasiones -todas en el Gran Canaria, ante Málaga (1-0), Espanyol (0-0), Eibar (1-0) y Sporting de Gijón (1-0)-. La última ocasión, que se mostró imbatible lejos de la Isla, fue el 19 de marzo del 2016 en Anoeta ante la Real Sociedad (0-1).La tiranía de los detalles

La Rosaleda será la prueba del algodón. Reacción o epidemia. Ante el Málaga -lunes, 19.45 horas-, la primera cruzada para extinguir la ‘crisis del chárter’. La UD de Setién contabiliza 182 días sin vencer lejos del Gran Canaria -el 22 de agosto ante el Valencia en Mestalla, el último episodio de gloria-.

Además, por primera ocasión en esta Liga, contabilizan dos derrotas de forma consecutiva. Había que remontarse al 14 de febrero de 2016 -ante Rayo y Sevilla-, para ver dos borrones continuados.

¿Qué hará Setién para plasmar la resurrección del imperio de seda? Recupera al zaguero Pedro Bigas, que ayer completó toda la sesión tras superar su dolencia muscular. Se cayó de la lista de convocados en la previa del UD-Sevilla, por una sobrecarga. Para el estratega cántabro es un activo capital. Solo se ha perdido siete jornadas de Liga y todas por lesión. Nunca ha ido al banquillo, pero tiene una enorme oposición: Aythami Artiles y David García. Lemos, con siete duelos de inicio de forma consecutiva, es el rey del mambo. El monarca de la muralla de acero.

Con Míchel Macedo en la enfermería -por una rotura, y que regresa a finales de marzo-, Setién tampoco puede contar con Ángel Montoro, que el pasado miércoles fue intervenido del menisco de su rodilla -un mes y medio de baja-.

La obsesión de Setién son los pequeños detalles. Ante el Sevilla, un desliz de Dani Castellano, que estaba de sobresaliente, facilitó el gol de Correa. Ante el Granada, el misil de Pereira, llegó tras una imprecisión de Viera. Y llega la batalla de la ansiedad. El Málaga afronta una situación catastrófica: nueve jornadas consecutivas sin ganar.