El Málaga CF borró de un plumazo en su visita a Ipurúa las buenas sensaciones de juego y resultados que venía arrastrando en las últimas semanas. Los del Gato Romero cuajaron un partido muy flojo ante un Eibar que fue superior y puso más ímpetu por llevarse la victoria. El equipo costasoleño firmó un flojo choque en ataque y se inmoló en los primeros minutos de la segunda mitad con un absurdo penalti de Juankar sobre Pedro León y un tanto del enrachado Sergi Enrich. Ya en la primera parte, Adrián había adelantado a los locales.

En una primera parte en la que no pasó absolutamente nada, salvo una ocasión que Santos envió al limbo, el conjunto armero se adelantó en la única oportunidad clara de la que dispuso en los primeros 45 minutos. Balón filtrado a Sergi Enrich, que se encontraba en fuera de juego, que se planta solo ante Kameni y cede la pelota a Adrián para que remache en boca de gol con todo a placer. De nuevo, el Málaga comenzaba por detrás en el marcador, y de nuevo era perjudicado por una decisión arbitral.

Pero lo peor estaba por llegar tras el descanso. El Málaga se quedó en los vestuarios y en menos de 10 minutos los de Mendibilidar dejaron el encuentro visto para sentencia. Primero, en el minuto 49, Juankar cometía penalti sobre Pedro León y brinda la oportunidad a los eibarreses de poner tierra de por medio. Adrián no falló desde los 11 metros y abría diferencias en el marcador. Y solo dos minutos más tarde, Sergi Enrich, libre de marca dentro del área, aprovechaba un buen centro desde la izquierda para hacer el 3-0 con un remate acrobático que terminaba con la historia del partido.

En un tramo final de partido con todo ya decidido, los jugadores blanquiazules, algo desquiciados, entraron en disputas que solo hizo cargar de amarillas al equipo para encuentros venideros. Además, Rosales fue expulsado por doble amonestación, la segunda muy discutible ya que toca balón primero, y dejaba al equipo con 10 hombres a falta de 20 minutos del final y se pierde el encuentro del martes frente al Betis.

Las rotaciones no le funcionaron a Romero y el equipo hizo uno de sus peores partidos de las últimas semanas. Fue incapaz de generar juego ofensivo con Llorente y Duda en el centro de las operaciones y se vio superado por un rival que aprovechó muy bien sus ocasiones para firmar una victoria demasiado abultada.

Por suerte para el Málaga, en solo tres días tendrá la oportunidad de resarcirse en su feudo frente al Betis y volver a la senda del triunfo para sumar tres puntos que lo acerquen más a la permanencia.