El técnico malaguista ya planifica la próxima temporada codo a codo con Francesc Arnau. Asegura tener detectados los errores del pasado, contar con una buena base para empezar un nuevo proyecto hecho a su medida y también tener negociaciones avanzadas con futuros fichajes.

Fuera de Málaga el club tiene buen cartel. Siempre se destaca que es un proyecto serio, aunque siempre acompañado por la coletilla del jeque, un propietario que se prodiga poco en los medios pero sí muy polémico en redes sociales, donde no duda en protagonizar enfrentamientos con periodistas, políticos o la Policía... ¿Esa imagen que se tiene, ha cambiado en este periodo para usted?

La importancia de un club yo la mido por la importancia que se tiene en lo deportivo. Lo que veía del Málaga externamente ahora lo compruebo internamente, y más en algunos planos en un aspecto positivo. Sé que los propietarios, en todos los sitios, tienen sus particularidades. Al mundo del fútbol ha llegado gente de todo tipo. Yo en eso no tengo que tener una relación que vaya más allá de lo profesional, porque con el que tengo que tener una relación real de trabajo es con Arnau, el director deportivo. ¿Cómo se ve fuera de Málaga? Hombre, pues como tantos clubes. Yo creo, sinceramente, que con una percepción más positiva de lo que se ve internamente. Es un club que cae bien, que no es agresivo y que no molesta. Quizás eso es lo que haya que cambiar desde el aspecto deportivo. Que sea molesto, que no caiga tan simpático porque empieza a ganar y empieza a crecer. Pero por lo general el Málaga, como su ciudad y sus ciudadanos, es un equipo agradable. No creo que haya nadie en España que sea «anti-Málaga», ni social ni deportivamente. Por eso, la percepción desde fuera es como comentas, pero no se le tiene tanta importancia porque al final en todos los sitios cuecen habas.

¿Y en las distancias cortas cómo ha visto al jeque?

Bien, mi relación con el propietario ha sido verle tres o cuatro veces. Incluso, en las seis jornadas que llevo algún día habrá estado enfadado conmigo y otros días habrá estado muy contento. Pero mi relación con él es uniforme, es estable. Con quien tengo día a día relación y entiendo que parará algún golpe o fomentará alguna flor es el director deportivo.

¿Deja trabajar?

A mí sí. También es cierto que he estado con muchos presidentes o propietarios que tenían fama de que no dejaban trabajar y a mí me han dejado trabajar siempre.

Quizás Al-Thani no tiene fama de «no dejar trabajar», sino de ser un mandatario excéntrico, que se mueve a impulsos...

Yo vengo de un club como Olympiacos, donde el jefe es un armador que tiene 98 barcos, 98 transatlánticos. Evangelos Marinakis quizás podría ser difícil en lo profesional pero en lo personal me ha tratado como uno más. Cómo lo puedo decir sin sonar presuntuoso... a mí el trato ha sido de una personalidad dentro del mundo del fútbol, y eso ha hecho que me respeten. También es cierto que yo no soy un tipo caprichoso, no soy de imponer mis ideas y me encanta debatir sobre ellas. Yo soy de los que llega a un sitio y me gusta saber qué es lo que pasa aquí y cómo es la gente y cómo es el club. Yo no puedo tratar a la gente de Málaga como trato a la de Madrid, es distinta.

¿Ha cambiado mucho el fútbol de cuando usted era jugador a ahora?

Muchísimo, y casi todo para bien. Hay más posibilidades, es mucho más profesional. El jugador está más preparado en el aspecto físico, en el aspecto de cuidados, de entrenamientos. Sólo hay una diferencia a nuestro favor de los jugadores de aquella época, y es que nosotros éramos más jugadores de barrio, de estómago. Ahora son más de diseño, más de tal.. A ninguno le falta el tatuaje... Algunos sólo se quedan en eso.

¿Por eso le gusta tanto Pablo Fornals, ve el reflejo de ese jugador intenso y sincero?

Me gusta él y todos los que son como él, que hay varios y algunos con tatuajes. Porque los tíos tienen los ojos abiertos y quieren aprender. Y eso es una base fundamental para que las cosas les vayan bien. Quizás no como futbolistas, pero sí como personas. Hay otros que les cuesta más aceptar las críticas y las orientaciones. Yo no soy el que más sabe, pero intento darles mis opiniones y razonárselas.

¿Ve a algún Míchel en el fútbol español actual? ¿Se ve reflejado en algún jugador de ahora?

No lo sé. Tendría que nombrar uno y dirían algunos: qué falsa modestia. Y si fuera uno mejor dirían que soy muy presuntuoso. Los jugadores tenemos todos una época y hay que aceptarla. Lleva ahora dos semanas viniendo Martín Vázquez a los entrenamientos y algunos de mis jugadores no lo conoce. ¿Quién sería ahora Martín Vázquez? Y yo veo ahora que hablan de jugadores muy buenos y no conocen a Martín Vázquez... No me quiero comparar ni identificar con ningún jugador.

Última jornada de Liga. El Málaga no se va a mover de su posición pase lo que pase y el Madrid se juega la Liga. ¿Sería un buen día para hacer rotaciones?

(Risas) El Madrid tampoco se movería porque ya sería campeón. Pero eso sería no conocerme. Primero porque respeto este juego y haría daño a un montón de gente que me conoce. Además es que me enfrentaría, aunque no va a pasar, a un club que me educó desde pequeño para ganar. Ninguno de los de enfrente se creería que les iba a dar alguna facilidad. No va a pasar.

Ya vivió una situación parecida en las dos Ligas que perdió el Madrid en Tenerife con Valdano de entrenador€

No compares el madridismo de Valdano con el mío. Yo con 12 años estaba en el Madrid y salí con 36 años. Y luego empecé a llevar a mi hijo a la Ciudad Deportiva. Las comparaciones si son odiosas, en este caso son también injustas y no tiene nada que ver la situación.