Míchel, entrenador del Málaga, está convencido que su equipo dará mañana ante el Valencia una imagen completamente diferente de la que dio el pasado sábado en Riazor ante el Dépor, donde perdió por 2-0. "Las posiciones están claras, lo asumen los jugadores. La imagen que dimos no es la que queremos y tenemos que cambiarla, tenemos un rival llamativo como para darle la vuelta después de esa imagen que desanima. Fue un error que no debemos volver a cometer", ha comentado en rueda de prensa.

Sobre las rotaciones a la hora de confeccionar las convocatorias, el madrileño ha querido incidir en que es algo habitual en su filosofía y no la va a cambiar. "Es algo habitual, vamos cambiando según como vemos los jugadores y la idea del partido que tenemos, es una constante en esta "mini temporada" de 12 partidos, todos son útiles y queremos que sepan que todos pueden jugar. Hablo en los medios con la mayor sinceridad posibile y me incluyo a mí. Con los jugadores no necesito utilizar los medios porque tenemos una relación directa".

"Los jugadores son listos, algunos inteligentes, esa sensación de agobio ha desaparecido, pero queremos que sigan con ese buen ánimo. Yo no soy inteligente, pero siempre he estado en vestuarios y reconozco este mundo que ha sido mi vida, ninguno ha bajado la guardia".

Míchel no quiere que su equipo caiga en relajaciones y pese a que la permanencia está en el bolsillo apela al prestigio para motivar a sus jugadores. "A estas alturas siempre hay algo que jugarse algo, aquel amago del descenso se ha alejado bastante, no matemáticamente pero sí anímicamente. Tenemos que luchar por el prestigio y purgar los pecados que hemos cometido durante el año".

Por otro lado, al madrileño "no le preocupa" que la planificación de cara a la próxima temporada esté más en boca de todos que el propio día a día. En ese sentido, explica que el jefe en ese ámbito es Arnau y que él solo opina al respecto. "No me preocupa, el que toma decisiones es el director deportivo, cuando yo vine aquí había ciertas ideas y son las que se van a llevar a cabo, a mí no me distrae ni a los jugadores tampoco. Yo no soy el jefe, es un error que he visto por ahí. Ya hay una línea y solo doy mi opinión. Me interesa mucho más el trabajo de la semana".

Sobre el rival, Míchel se ha deshecho en elogios con el Valencia. "Es uno de los grandes de España, no es una causalidad como están jugando ahora, quizás le han cogido el aire tarde a la plantilla, esperamos un Valencia bueno. Un partido bonito, al ataque, los dos tenemos buen centro del campo, vamos a atacar y atacar bien al Valencia. Han mejorado mucho y no podemos dejar que toquen el balón en el centro del campo. Tengo una idea respecto al once y creo que es la óptima".

El preparador blanquiazul no está preocupado por las informaciones que desde Valencia sitúan a Camacho y Fornals en la órbita che de cara a la próxima temporada. "Hay tantos intereses en esto. Tengo una buena experiecia en esto de cuando estuve en el Olympiacos. Hay siete periódicos deportivos en Atenas, un verano contamos 246 transacciones y en algunas no acertaron de las seis que se hicieron. Los jugadores están centrados en el Málaga, bastante mala ha sido la temporada como para despistarse ahora".

Además, Míchel ha destacado que ya no están pendientes de resultados de otros equipos. "Nosotros vamos a estar en Primera, el problema no es ése, los jugadores han demostrado que tienen capacidad y no nos centramos en otros partidos, antes quizás sí, ahora ya no".

Por último, el técnico ha afirmado que el equipo está en deuda con la afición. "Sin lugar a dudas, no podemos irnos un día después de ver lo que hiceron contra el Barça y luego lo de Riazor, necesitamos un término medio. Los jugadores tienen que estar al nivel que se les supone, quizás ha sido fallo mío".