En medio de la eterna batalla futbolística y casi social que viven diariamente el Real Madrid y el Barcelona se ha colado el Málaga CF, que en las últimas horas, por una razón o por otra, se está viendo salpicado por la acidez y las suspicacias de unos u otros. El último capítulo del final de Liga que espera a ambos con epicentro en La Rosaleda ha salpicado al malaguismo, pero sobre todo por una salida de tono de Abdullah Al-Thani en un polémico tuit en la noche del miércoles. Aunque el dirigente quiso aclarar el jueves por la mañana que el centro de sus iras eran los medios catalanes como respuesta a las acusaciones sobre Míchel, sus manifestaciones corrieron como un reguero de pólvora por el mundo del fútbol.

Y es que el final de Liga para el Málaga CF promete ser movido, pese a que deportivamente está fuera de cualquier objetivo tras salvar la temporada la pasada jornada. Los caprichos del destino han querido que el título de campeón se pueda decidir en La Rosaleda en un triángulo curioso con el Málaga como protagonista y con Míchel, su actual entrenador y con notable pasado madridista, como rival del Real Madrid, aunque con la atenta mirada del barcelonismo.

Y las suspicacias y las reacciones no han tardado en llegar, aunque cada vez son más polémicas. El jeque y presidente del Málaga CF, Abdullah bin Nasser Al-Thani, respondió el miércoles noche a un aficionado que le pedía que ganase al Real Madrid en el último partido al igual que ya hicieron este curso contra el FC Barcelona. Y la respuesta del dirigente no se mordió la lengua. «Con la ayuda de Dios serán lapidados (les ganaremos) en el campo -en referencia al Real Madrid-. Pero la escoria -espuma como traducción literal, pero también aplicable con el sentido de escoria- de Cataluña no va a sentir el olor de la Liga después de sus mentiras sobre Míchel», es la traducción del árabe que escribió el dirigente en varios tuits.

La respuesta desmedida del dirigente fue suscitada por las informaciones sobre Míchel que los medios nacionales, y sobre todo catalanes, han publicado en los últimos días, insinuando el posible favoritismo del técnico blanquiazul con su exequipo a raíz de las declaraciones que hizo en sala de prensa al término del partido contra el Granada, donde se ha destacó que prefiere hacer el pasillo a la puñeta al Real Madrid. «No sé de dónde vienen esos comentarios, no me van a descalificar ni a animar. Prefiero que esté todo hecho porque sé que hay mucho comentario de gente que no me conoce. Prefiero hacerle el pasillo al que era mi equipo antes que la puñeta, pero soy un ganador. Espero que esté todo decidido. Los comentarios no me importan en absoluto», dijo el pasado martes noche. Una afirmación que ya explicó el técnico en la entrevista concedida a La Opinión de Málaga hace una semana, donde también hacía referencia a las diferencias con Jorge Valdano.

Sin embargo, el Barcelona emitió un comunicado a media mañana en el que aseguraba que denunciaría al presidente del Málaga por sus «manifestaciones que atentan contra los principios del fair play, la ética y la legalidad que deben regir la competición deportiva». Así, el club culé «denunciará este caso ante el Comité Antiviolencia del Consejo Superior del Deporte, y trasladará el asunto al Comité de Competición de la Real Federación Española de Fútbol, y el Departamento de Integridad de La Liga».

Al-Thani respondió minutos después para aclarar que sus tuits iban dirigidos expresamente «a la prensa catalana que ha dicho que Míchel va a ayudar al Madrid para ganar la Liga. Decir que Míchel 'vende' el partido es inaceptable, nosotros no vendemos partidos. Que pidan perdón por las cosas que han dicho sobre él», dijo.

El círculo lo cerró Luis Enrique, entrenador del FC Barcelona, en la última pregunta en sala de prensa tras ganar a Osasuna (7-1) la noche del miércoles. El técnico fue cuestionado sobre la posible confianza en el Málaga para el último partido de Liga y su respuesta también fue muy poco acertada y nada elegante. «¿Confianza en el Málaga? Si mi abuela tuviera ruedas sería una bicicleta». Un menosprecio que ha pasado inadvertido en medios catalanes y que tampoco ha sentado nada bien en el seno del malaguismo. Sin duda, un capítulo alejado de los terrenos de juego que ha salpicado al Málaga CF. Aunque por desgracia todo hace indicar que no será el último de aquí a las cuatro jornadas de Liga que restan.