Si en las filas del Real Madrid hay una figura querida y respetada por todo el malaguismo, ésa es sin duda alguna la de Isco Alarcón. Un futbolista diferente, malagueño, malaguista y que nunca ha ocultado el amor por los colores del equipo de su tierra. Ni los focos mediáticos de vestir la camiseta del Real Madrid le han cegado. Él sigue, cada vez que puede, lanzando guiños al malaguismo, preocupándose por el equipo de su tierra, que ha defendido durante dos excelsas temporadas y que le dieron la oportunidad de dar el salto a la selección española y a posteriori a un equipo con mayores aspiraciones.

Son ya cuatro temporadas desde que Isco firmara por el Real Madrid. Un tiempo prudencial pero que no ha mermado ni un ápice el cariño que se le tiene al mago del Arroyo de la Miel.

Isco vive un momento muy dulce en el conjunto blanco. Quizás el mejor desde que llegó al Bernabéu, donde jugar está muy caro y más si tienes que competir un puesto por los «irremplazables» fichajes de Florentino. Pero a Isco nadie le ha regalado nada y hoy en día se ha convertido, junto a Cristiano Ronaldo por su capacidad goleadora, en el jugador más importante en el once de Zidane. Sus actuaciones ligueras en Gijón, A Coruña o Vigo han propiciado que el Real Madrid llegue a La Rosaleda dependiendo de sí mismo para levantar el título. Además, en Liga de Campeones fue vital en las semifinales contra el Atlético.

Será, en todo caso, un partido más que especial para él. Y es que Isco se juega en La Rosaleda, ante su gente, levantar su primer título liguero. Un trofeo que se le resiste en su dilatado palmarés y que para más inri reportaría un millón de euros a las arcas malaguistas por unos pluses firmados en su traspaso.

A nadie se le escapa que a Isco, en sus peores momentos en la entidad blanca, se le pasó por la cabeza volver a Málaga. El pasado verano tanto el jeque como él coquetearon con esa opción, pero la realidad financiera y deportiva de uno y otro equipo despertó a ambos del sueño.

Ahora Isco llega a Málaga siendo titular indiscutible en el Madrid, al que su presencia en el campo ha dotado de equilibrio, calidad y sentido en el juego. El malagueño jugará su cuarto partido en La Rosaleda desde que se marchó al Real Madrid. En sus tres anteriores comparecencias no brilló especialmente, quizás nervioso por volver donde ha sido tan querido. De hecho, ha jugado titular en las tres ocasiones, aunque en ninguna finalizó el encuentro completo, dos de ellas fue sustituido y en una ocasión acabó expulsado. Su bagaje es de dos triunfos y un empate en Martiricos. (0-1 en la 2013/14, 1-2 en la 2014/2015 y 1-1 en la 2015/16).