El Atlético Malagueño tiene esta tarde, a partir de las 18 horas, una cita con la historia. El filial blanquiazul se juega el ascenso a Segunda División B ante el Unión Adarve madrileño y deberá tirar de épica para levantar el doloroso 2-0 cosechado en la capital. Un resultado muy malo, pero no definitivo y desde el seno de la plantilla de Manel Ruano han querido mandar un mensaje de confianza creyendo en la remontada.

Bajo el lema «Yo creo, tú crees», los jugadores del filial han ido inundando las redes sociales para motivar al malaguismo e implicar al personal en la gesta. Los canteranos saben que los últimos cinco minutos de la ida en el Vicente del Bosque, donde encajaron dos goles a balón parado, fueron nefastos y evitables, pero no queda otra que resetear, mirar hacia delante y focalizar en el objetivo de la remontada.

El apoyo de la afición no va a faltar. Si el campo del Adarve cumplió el guión y se convirtió en una pequeña emboscada futbolística, los Campos de la Federación hoy no serán menos y apretará de lo lindo desde el minuto uno empujando a los chavales. El club ha vendido todo el papel en tiempo récord y el lleno está asegurado, al igual que en las eliminatorias anteriores. La afición ha sido fundamental esta temporada para los chavales y la presión que ejerza en un rival difícil de doblegar en lo mental, será clave para el devenir de la eliminatoria.

Motivos para creer en la remontada hay suficientes. El Atlético Malagueño, como local, se ha mostrado prácticamente infalible en todo el curso, con 18 victorias y un solo empate y de esos 18 triunfos, 13 han sido por 3 o más goles, un tanteo que le serviría para lograr el ascenso a la categoría de bronce del fútbol español.

Además, sin ir más lejos, el último partido que disputó el filial en este recinto, en la anterior eliminatoria ante el Peña Deportiva de Ibiza, se saldó con la contundente victoria blanquiazul por 3-0, un resultado que le sirve esta tarde para lograr el ansiado objetivo.

La entrada al partido será una de las claves y el Atlético Malagueño lo sabe. Quiere salir encendido, enganchar al público desde el pitido inicial y marcar cuanto antes para desestabilizar a un equipo experimentado y que no lo pondrá fácil. Sin ir más lejos, en todas sus eliminatorias han ganado o perdido por la mínima para seguir con vida.