España sub´21 busca su quinto título en la final del Europeo de Polonia, para igualar a Italia como la selección con más éxitos, con una generación en la que durante el torneo ejerció un liderazgo incontestable Saúl Ñíguez, y que tiene en la potente Alemania su último escollo. Sandro, delantero del Málaga, volverá a ser titular y una vez que inicie sus vacaciones desvelará su futuro, previsiblemente el Everton inglés, previo pago de los seis millones de su cláusula.

El Europeo de España ha rozado la perfección, con pleno de triunfos en su firme camino a la gloria en Cracovia, pero le falta el broche de proclamarse campeón. En el grupo eliminó a una de las grandes favoritas, Portugal, y en semifinales se impuso en el duelo de selecciones más laureadas ante Italia.

Tras proclamarse campeón en 1986, 1998, 2011 y 2013, la Roja tiene en su mano igualar el número de entorchados de la selección azzurra, ante la que sufrió en la primera parte de semifinales antes de desatar un vendaval de fútbol con triplete de Saúl y un fútbol magistral de Dani Ceballos.

La firmeza de Kepa Arrizabalaga en portería, el liderazgo de Saúl con goles en todos sus partidos, la omnipresencia de Marcos Llorente, la magia de Dani Ceballos y el potencial de Marco Asensio, son señas de identidad que deja para el recuerdo el grupo de jugadores dirigido por Albert Celades. Son el relevo de los Isco Alarcón, Thiago Alcántara, Álvaro Morata, David De Gea o Koke que el 18 de junio de 2013 daban la última alegría de la sub-21 en Jerusalén.

Lo que triunfa no conviene tocarlo. Es la filosofía que extenderá Celades en su equipo titular para la final, con la seguridad en el físico gracias al cambio de once al completo en el tercer partido del grupo frente a Serbia. La única pequeña duda llegaría en el lateral izquierdo entre Jonny y José Luis Gayá. Han jugado dos partidos cada uno pero la firmeza de Jonny en semifinales le hace partir con ventaja.