La plantilla del Málaga CF ya ha puesto la pica en el Gran Hotel de Benahavís. El equipo, tras completar ayer por la mañana una sesión matinal en el Estadio de Atletismo, partió a media mañana hacia la localidad malagueña para convertirla en su cuartel general los próximos ocho días, hasta el próximo 14 de julio. Un tiempo en el que Míchel espera avanzar mucho, sobre todo en la preparación física del equipo.

Sin embargo, han surgido algunos imprevistos de última hora. Y es que el campo de entrenamiento, que se encuentra a escasos metros del hotel, se encuentra con el césped en un estado dudoso que no ha gustado a cuerpo técnico. Este inconveniente obliga al club a buscar alternativas y la primera que ha llegado es la de utilizar las instalaciones del Marbella Football Center, que se encuentran entre 15 ó 20 minutos de distancia en autocar del hotel. Está previsto, como mínimo, que se sigan utilizando estas instalaciones hasta el próximo lunes, a la espera de que mejore el césped de Benahavís.

Míchel tiene preparado para el equipo dobles sesiones de trabajo alternada con presencia en el gimnasio. Un trabajo duro pero necesario para afrontar la próxima campaña. Ayer, la gran novedad fue Roberto, último fichaje blanquiazul.