El malaguismo no termina de acostumbrarse a las despedidas y tras decir adiós a símbolos como Duda, Weligton o Demichelis, en esta ocasión ha sido Ignacio Camacho el que ha cerrado la puerta del malaguismo para abrir la del Wolfsburgo alemán. Una marcha de un jugador que ha dejado huella tras casi siete años de blanquiazul, pero que parece un hasta luego. El tiempo lo dirá.

El jugador estuvo acompañado de Francesc Arnau y también por el consejero consultivo Francisco Martín Aguilar, además de familiares y amigos. Un acto sencillo en el que Camacho prefirió leer una carta de despedida por temor a que los sentimientos le asaltasen.

"Es importante que estéis aquí, en mi despedida. Me gustaría haber hecho la carta en directo, pero me olvidaría de algo o de alguien. Han sido muchos años aquí. Quiero agradecer a través de esta carta mis sentimientos", dijo en primera instancia.

"Hoy es un día muy importante para mí y mi familia. Ha llegado el momento de decir adiós. Una decisión difícil para mí y mi familia. Pero como siempre dije, era una gran oportunidad. Vivo sentimientos encontrados. Estoy ilusionado por un giro y una nueva experiencia, pero estoy triste porque ha terminado un ciclo donde he sido muy feliz y he vivido los mejores momentos de mi vida. He vivido momentos únicos, buenos y malos. La Champions, la convocatoria con la selección, el orgullo de llevar este brazalete. Cuando llegué era un niño y ahora he formado una familia, con un hijo malagueño y malaguista. Cuando era más pequeño, lo único que le calmaba era el himno del Málaga", apuntó el centrocampista maño antes de pasar al capítulo de agradecimientos.

"Quiero agradecer a los directivos, al presidente y a su familia por haberme dejado vestir esta camiseta. A los trabajadores, que hacen el día a día más fácil. A los periodistas, a los compañeros. A Javi Gracia, por el que siento una especial debilidad, y a ti Míchel, que hemos vivido un periodo corto pero intenso. Sé que dejo al Málaga en buenas manos", dijo sobre dos de sus técnicos en el Málaga.

"También a la gente con los que he compartido el día a día. Cuerpo médico, fisios y a los "Pichitas". Gracias por acogerme y aguantarme. Vosotros sois el alma de este club. A mis compañeros, amigos y colegones que me llevo para toda la vida, es lo mejor que me llevo. A mí familia por apoyarme en mis malos momentos. A mi mujer, mi amiga, mi compañera de viaje. Junto a nuestro hijo damos un paso muy importante y lleno de ilusión. Y esta afición enamora a todo el mundo. Hemos sufrido y disfrutado, pero siempre juntos. Siempre me he sentido querido. Día a día me lo habéis demostrado. Se va un malaguista pero siempre os llevare en el corazón. Gracias Málaga por tanto. Volveré", puntualizó.

Por último, Camacho fue cuestionado por su momento más especial en el Málaga CF. "Es muy difícil, pero haber vivido la Champions con el Malaga. Ver a los niños que se hacían del Malaga. Es muy satisfactorio, disfrutamos mucho".