Un buen Málaga CF, o al menos una puesta en escena aceptable, se dio anoche de bruces con su falta de gol y con su inoperancia ofensiva. El problema blanquiazul que viene arrastrando el equipo de Míchel desde que arrancó el verano quedó ayer más patente que nunca, ya que al buen caudal ofensivo y a las numerosas ocasiones de los malaguistas no se encontró el camino del gol bien por falta de acierto, calidad o por las malas condiciones del terreno de juego.

El conjunto blanquiazul mejoró anoche sus prestaciones pese a contar con la teórica segunda línea. Estuvo intenso, vertical y por momentos fresco. Pero no consiguió marcar e incluso cometió errores infantiles que le costó el partido, la final y el Trofeo Carranza. Sí, vuelve a ser anecdótico porque es un partido amistoso, pero cuando el patrón se repite una y otra vez deja de ser una llamada de atención para convertirse en un serio problema.

Sólo tres goles ha marcado el Málaga este verano. Unos dígitos totalmente desalentadores de cara al inicio de Liga. Pero al menos -y es a lo poco que hay para agarrarse en ese sentido- anoche sí completó varias ocasiones para marcar y sólo la falta de acierto lo evitó. Si no fuera por la bisoñez de En-Nesyri, el resultado habría sido otro. Y posiblemente el último bocado de la pretemporada, también.

En cualquier caso, las maneras también importan. Y es que desde luego hay formas de caer derrotado. Porque el Málaga sumó ayer su octava derrota de nueve partidos en verano, pero dejó algunas muestras de mejoría y algunos brotes verdes a los que agarrarse.

La UD Las Palmas, con un equipo titularísimo, venció por 0-2 con goles de Boateng -de penalti- y Pedro Bigas, en jugadas a balón parado. El Málaga CF, con un equipo inicial cargado de suplentes y con muchas probaturas de Míchel, vendió cara su piel en los primeros 45 minutos, aunque claudicó en la segunda coincidiendo con el carrusel de cambios y con el segundo gol de los canarios a mitad del periodo.

La primera mitad arrancó con dos equipos muy diferentes. Uno titular, el de la UD Las Palmas, y otro cargado de suplentes y chavales del filial, como el del Málaga CF. Y aunque todo hacía indicar que los canarios se manejarían con comodidad, la segunda línea blanquiazul igualó fuerzas de inicio e incluso llevó contra las cuerdas por momentos al equipo amarillo.

Con orden e intensidad, el Málaga, que volvió a salir con defensa de tres centrales, consiguió quitarse de encima el nerviosismo de los primeros compases. Pero fue Boateng el que primero pudo golpear (19´) tras fallar un mano a mano ante Andrés. Ian tenía problemas con el delantero africano, que se mostraba muy activo.

Pero la respuesta malaguista no tardó en llegar. Primero con una doble ocasión clarísima de En-Nesyri y Mula (27´). El marroquí, en un día desafortunado, falló un mano a mano y dos minutos después probó fortuna desde fuera del área buscando la exigencia de Chichizola. Jony y Chory (33´) también fueron acreedores del gol, pero fue Cifu el que cometió un despiste e hizo penalti sobre Castellano. Boateng (40´) no perdonó. Al descanso se fue con ese injusto resultado.

Lo cierto es que como el viernes, el viento y el lamentable estado del césped no ayudaron demasiado al fútbol sobre el Carranza. Así, la segunda parte se inició por los mismo derroteros, con el Málaga intenso y osado y con la UD Las Palmas más pausado. Vitolo tuvo la primera clara en el 58´, en una internada por banda, pero el Málaga ya no encontraba facilidad para ver la portería de Chichizola y se enredaba en juego sin finalidad.

Míchel comenzó con el carrusel de cambios y tras uno de ellos, en un córner, encajó el segundo merced a un cabezazo de Pedro Bigas (66´), libre de marca. La respuesta malaguista llegó con un disparo abajo de En-Nesyri (69´), que comenzó a formar pareja de ataque con Borja Bastón incrementando la presencia ofensiva malaguista. Aunque fue Adrián uno de los que más se dejó ver sobre la meta rival con un par de ocasiones, aunque sin excesivo peligro.

El partido se cerró sin grandes sobresaltos y sin poder poner el Málaga en duda el resultado final. Pero hubo tiempo para certificar la expulsión de Recio y de David Simón tras un amago de tángana, aunque no fue a mayores.

Final de una pretemporada para olvidar en la que el conjunto blanquiazul sólo ha conseguido ganar uno de los nueve partidos disputados. Mejoría malaguista este fin de semana, pero aún con mucho margen para crecer.