Se llevó el derbi el que más lo mereció. El conjunto blanquiazul sale derrotado del Sánchez Pizjuán por 2-0 en un encuentro en el que dieron muestras de su clara inferioridad a día de hoy frente al Sevilla. Los de Berizzo mataron el choque en dos minutos, primero con un tanto de penalti de Banega en el minuto 68 y solo dos minutos más tarde Muriel puso la puntilla al contraataque tras un error de Rolón en medio campo.

El Málaga resistió los primeros 45 minutos en el Pizjuán ante un Sevilla que fue mejor, pero que no hizo trabajar en demasía a Roberto. Muy bien la línea defensiva blanquiazul, pero jugando con fuego. Hasta en nueve veces cayó en "offside" el conjunto hispalense. Míchel salió con defensa de 5, haciendo Ricca de tercer central, pero pronto tuvo que cambiar el planteamiento debido a la lesión del propio jugador uruguayo. Juanpi entró en su lugar y el conjunto blanquiazul cambió su dibujo.

Aún así, el equipo costasoleño siguió muy firme en defensa, a pesar de que apenas conseguía mantener el balón y acercarse a la meta de David Soria y llegó al intermedio con un valioso empate.

Tras el descanso, el equipo de Míchel dio síntomas de mejoría, o al menos conseguía enlazar tras pases seguidos y tener más presencia en el área rival. Y quizás eso, unido a la salida de Banega que dio más claridad al juego local, propició que los hispaleneses rompieran el partido.

El Málaga se asomaba con más peligro a la meta de Soria, pero no conseguía rematar sus jugadas. De hecho, tras no aprovechar una ocasión Rolan dentro del área llegó el tanto que desequilibró el choque. Navas condujo la contra, puso un balón perfecto para Correa y este provocó el penalti de Rosales que Banega acabaría transformando en el 1-0.

Sin tiempo para encajar el golpe, Muriel puso la puntilla definitiva. Pérdida de Rolón en medio campo que aprovechó el delantero colombiano en carrera para batir a Roberto por debajo de las piernas.

En los 20 minutos finales poco más ocurrió. El Sevilla pudo remachar a la contra pero se topó con Roberto, mientras que los blanquiazules eran incapaces de doblegar la defensa rival en busca de recortar diferencias.

Derrota dura por juego y sensaciones. El equipo volvió a dejar claro que está lejos del nivel que debe mostrar para competir con rivales de mayor entidad. Tras este nuevo tropiezo, el Málaga se queda con solo un punto , en penúltima posición de la tabla, a la espera de lo que haga el Alavés en su partido, y deberá encarar como una final el encuentro frente al Leganés en La Rosaleda tras el parón liguero.