El duelo ante el Sevilla en el Sánchez Pizjuán para un malaguista siempre es especial. Un partido marcado en rojo en el calendario desde que el sorteo que se celebra en verano. Hoy es el día señalado, a las 16:15 horas el conjunto blanquiazul se enfrenta en Nervión al eterno rival con la intención de confirmar la mejoría mostrada ante el Athletic Club, donde los de Míchel pusieron sobre el césped «coraje y corazón» para sacar un empate épico que debe marcar el camino.

Fue el primer punto de la temporada en la sexta jornada después de ir de decepción en decepción. Un empate en casa cuando todo apuntaba a nuevo desastre que debe marcar el camino hacia la remontada. Los fallos en defensa y las facilidades siguen estando a la vista de todos, pero al menos en la última cita se vio que este equipo sí tiene vergüenza torera y personalidad para mirar hacia arriba.

Una personalidad y carácter que se antojan imprescindibles para afrontar un partido como el de hoy. Y es que, este Málaga, además de otras carencias futbolísticas, tampoco va sobrado de identidad malaguista con un solo malagueño en la plantilla, Recio (Ontiveros está apartado hasta nueva orden).

Seguro que el capitán paleño, curtido en mil batallas ante el eterno rival, se ha encargado de machacar a los nuevos lo que significa para el malaguista un derbi regional ante el Sevilla. No es un partido más y ganar en la casa del eterno rival siempre da un plus más.

Porque el Málaga necesita puntos. Necesita una victoria que aporte tranquilidad y le agarre a la permanencia (ahora a cuatro puntos), pero además si se consigue en territorio hostil supone un chute extra de autoestima vital para afrontar de la mejor manera el segundo parón liguero por fechas FIFA.

Pero ganar en el Pizjuán no es tarea fácil. El Sevilla lleva sin perder como local en Liga casi un año y ha hecho de su feudo un auténtico fortín. Además, el cuadro que ahora dirige Berizzo tiene potencial y argumentos suficientes para ser claro favorito en el derbi regional. Sin ir más lejos, el cuadro hispalense es tercero en la clasificación y hasta ahora ha mostrado una gran solvencia, aunque en el juego sí que ha dejado algunas dudas.

El Málaga viaja a Sevilla con bajas importantes de última hora, como la de Borja Bastón, que se queda en tierra por precaución al arrastrar molestias en los isquiotibiales. Tampoco será de la partida Diego González, que no podrá enfrentarse a su exequipo. El gaditano sufre dolor en la rodilla y no se encuentra en condiciones de afrontar el partido.

Por su parte, sí forzará Luis Hernández. El central madrileño sufrió un esguince de tobillo a mitad de semana, pero quiere estar a toda costa en el derbi y salvo que esté cojo a la hora del partido será titular.

En cambio, Berizzo medita hacer muchas rotaciones tras jugar Champions el pasado martes. El argentino ha dejado entrever modificaciones en algunas líneas por la necesidad de descanso de los medios N'Zonzi y Banega, o incluso de su máximo artillero, el galo Wissam Ben Yedder, pese a su triplete del martes en la Liga de Campeones.