Uno de los problemas del Málaga CF en este inicio de Liga parece evidente que está en la zaga, o al menos en el sistema defensivo. Dieciséis goles encajados en siete partidos así lo atesoran y de manifiesto está que el conjunto blanquiazul ha ofrecido muchas concesiones a sus rivales, por lo que resulta indispensable ahondar en el problema de la zaga.

Sin embargo, Míchel no puede estos días hacer trabajo grupal con sus defensas ni mejorar las prestaciones defensivas de su equipo ya que tiene a más de la mitad de sus zagueros ocupando la enfermería.

La vuelta de Miguel Torres y el buen hacer de Baysse, que poco a poco le va tomando el pulso a la competición, mostraron cierta mejoría ante el Sevilla. El conjunto blanquiazul trabajó bien el fuera de juego y salvo el penalti de Rosales y el error de Rolón, resolvió con atino el resto de compromisos durante el partido.

Pero ahora la nómina de bajas se hace cada vez mayor y el técnico blanquiazul tiene muy difícil ahondar en los problemas de la zaga, ajustar la línea y buscar soluciones al respecto.

Ayer volvieron a estar fuera de la dinámica del grupo los no aptos físicamente Luis Hernández, Cifuentes, Ricca y Diego González. Mientras que Miguel Torres hizo labor específica preventiva en el gimnasio.

Sólo Rosales, Baysse y Juankar están a disposición del técnico para seguir trabajando en la mejoría de la zaga. Un aspecto que se antoja vital para comenzar a cimentar la remontada en la clasificación.