Míchel González, entrenador del Málaga, no le encuentra explicación a la mala situación que vive el equipo, colista de Primera y con 1 punto de 24 posibles en su haber. "Es una historia que se repite, hemos entrado bien, hemos hecho cosas para ponernos por delante, te meten un gol en una situación otra vez que parece fuera de juego... todo está en nuestra contra aunque no es justificación, no hay excusa. Los nervios y la tensión es grande, todo lo que pasa, pasa en nuestra contra. Todos son malas noticias", ha indicado el técnico en rueda de prensa.

En todo caso, el madrileño no cree que el Málaga sea carne de Segunda División. "Hace un mes y medio estábamos en Champions, la sensación ahora es muy mala, pero no me atrevería a decir que el equipo está en Segunda. Somos profesionales y estoy convencido de que no vamos a estar en Segunda, seguro, algún día vamos a arrancar. Esta plantilla tiene más calidad, todos los jugadores tienen acreditado su pasado. A lo mejor soy yo el que no encuentra la fórmula".

Y es que, el entrenador ha explicado la desolación que se vive en el vestuario. "Los chicos están desilusionados, todo lo que nos pasa es malo, yo soy el que tengo que dar una cara diferente. Mis chicos se entregan, los aciertos y los fallos también tienen que ver con el estado de nervios en el que vivimos. Están desmoralizados, es normal, pero yo tengo que seguir".

Por ello, a Míchel no se le pasa por la cabeza abandonar el cargo. "Te prometo que sigo con fuerza. No estoy haciendo ninguna pantomima cuando salgo aquí y digo estas cosas. Siempre pienso, pese a la sensación y la clasificación, que hay que seguir trabajando, si me dicen antes del partido que iba a a pasar esto no me lo creo, no puedo permitirme que me vean desanimado, quizás esta situación sea mas extrema pero no es la primera que he vivido en mi carrera".

Y ha reconocido la preocupación. "Todos los malaguistas estamos preocupados, los de toda la vida y los que estamos de paso, incluso haciendo las cosas bien no hay premio. Si ves las ocho jornadas nadie podría pensar que este equipo lleve un punto, pero la realidad es que llevamos un punto. Estamos intentando buscar soluciones, cambios de sistema, todo..."

Sobre su futuro, Míchel aseguraque no es esa situación la que le preocupa a día de hoy. "Esa respuesta está dada, por mí y por la dirección deportiva del club. No es lo que más me preocupa, me preocupan otras cosas".

Además, se ha referido a la lesión de Kuzmanovic, que puede ser de nuevo el tendón de aquiles, el mismo que se rompió la temporada pasada y que le tuvo todo el curso fuera. "Teníamos planeado jugar de una manera y con Kuzmanovic en el once, pero se ha lesionado. Ahora les están haciendo pruebas, no sabemos si es tendón otra vez o es el sóleo, cerca está. Roberto tambiém tenía un problema que no podía golpear, nos pasa de todo".

Además, por primera vez en toda la temporada el técnico ha introducido a los árbitros en su discurso. "No ha habido una decisión de los árbitros, sin poner excusa, que nos haya beneficiado en toda la temporada".

Cuestionado por la acción de Recio que ha dejado al equipo con 10, Míchel ha sido claro. "El que mejor sabe el nivel de equivocación que ha tenido es él. No he hablado con él pero seguro que está arrepentido. No es un jugador cualquiera, es el capitán".

Por último, Míchel ha pedido a la afición que no aumente la presión sobre los jugadores. "A la afición no hay que decirle mucho, siempre está delante del equipo, yo les rogaría que no les aumente la presión, hoy ha pasado con Baysse o Juanpi, pero no hay que pedirles nada, ningún reproche", ha sentenciado.