Un trabajo en la sombra, de puertas para adentro y sin 'florituras'. Así se puede resumir el mes que hoy cumple Mario Husillosdel Málaga CF. Una puesta en escena en la que aún habrá que esperar para ver dar sus frutos, pero que comienza a sumar intangibles entre bambalinas según apuntan los actores que le rodean.

El pasado 9 de octubre, el Málaga oficializaba el cambio de timón al frente de la dirección deportiva blanquiazul. Francesc Arnau salía para dar paso a un viejo conocido del malaguismo como es Husillos. Y en apenas 30 días, el ejecutivo blanquiazul ya se ha remangado y puesto manos a la obra en busca de revertir la situación, con el hándicap de no poder tocar la plantilla hasta enero, todo lo que se pueda.

Han sido 30 días frenéticos para Husillos, que además de tener que completar el traspaso de poderes del Olympiacos al Málaga CF de él y de su grupo de trabajo, se ha tenido que poner al día en algunas cuestiones referentes al club. En cualquier caso, según apuntó el propio argentino, nunca estuvo alejado completamente del radar malaguista, lo que también ha facilitado su aclimatación y desembarco.

Pero ha tenido algunas acciones donde sí se ha notado su mano. Husillos, que ha tenido sus apariciones públicas casi contadas con los dedos de una mano, ratificó a Míchel el primer día de su presentación. Ese discurso ha servido para rebajar la tensión que rodeaba al técnico, sobre todo de puertas para afuera. Ésa fue una de las primeras papeletas que tuvo que asumir el director deportivo, que por el momento mantiene el discurso continuista con respecto al entrenador, algo que también agradece el propio Míchel y los jugadores ya que una sensación de inestabilidad también genera nerviosismo.

Husillos también ha tocado algunas teclas en la plantilla. Mantuvo una reunión con todo el plantel el día siguiente a su llegada, pero también se reunió con los capitanes en una cena tras el partido contra el Leganés. Allí hablaron de pasado, presente y futuro, donde se trazaron las líneas que deben conducir hacia la permanencia en Primera.

La plantilla, por el momento, ha visto con buenos ojos la llegada del ejecutivo malaguista, que también se muestra cercano y abierto a dialogar, además de dejarse ver habitualmente en los entrenamientos del plantel.

Trabajo de campo

Pero donde realmente se valorará el trabajo de Mario Husillos será en el mercado y en los retoques que vaya introduciendo en la plantilla. Primero, en enero, en una ventana con poco margen de maniobra, pero donde se espera que pueda aportar incorporaciones de suficiente calado como para que cambien las tornas del equipo, siempre y cuando haya opciones reales de conseguirlo.

Y en ese escenario ya se mueve el ejecutivo, donde las prioridades son las de incorporar un mediocentro defensivo y un central. También un jugador de ataque, pero con menos urgencia que las otras dos posiciones.

El trabajo de campo ya ha comenzado y se espera que pueda dar sus frutos en enero, ya sea con dos o tres incorporaciones. Pero sobre todo, el trabajo en la confección de la plantilla comenzará a partir del próximo curso. Husillos tiene firmados dos años y medio más de contrato, por lo que su mano debe tener continuidad y trascendencia de un año para otro.

Otro de los problemas que se ha encontrado el argentino a su llegada es el de tener que buscar un nuevo director de cantera. Antonio Tapia es la principal apuesta para ocupar dicho cargo, aunque todo sigue a la espera de oficialidad. Una gestión que también sigue cocinándose poco a poco, ya que Miguel Calzado le anunció a Husillos que no seguía a mediados de octubre. Sin duda, un mes con trabajo.