El Málaga sigue sin sumar y sin marcar lejos de Martiricos. Los de Míchel volvieron a dar una pobre imagen en ataque y sucumbieron en la segunda mitad ante un Villarreal que se sirvió del repulsivo Sansone para matar el choque en ocho minutos.

La primera mitad se saldó sin goles. Por momentos parecía que el Málaga podía sumar, e incluso ganar, ante un Villarreal espeso que se le notaba el desgaste del partido de Europa League, pero los malaguistas no mostraron hambre alguna y acabaron cediendo ante el empuje local en los segundos 45 minutos.

Tras unos 45 minutos de poco fútbol y escasas ocasiones, el equipo malagueño lo intentó en los primeros compases de la segunda mitad, pero sin intención alguna. Las tímidas acometidas de los de Míchel en ataque apenas inquietaron a Barbosa, has que tuvo que intervenir para evitar el gol de Peñaranda tras un cabezazo con el marcador todavía 0-0.

Los técnicos movieron sus banquillos y ahí cambió el choque, sobre todo con la entrada de Sansone, que revolucionó el partido. En tan solo ocho minutos, en lo que va del 68 al 76, el italiano batió dos veces a Roberto y mató el partido ante un Málaga que dejó la sensación de haber perdido una oportunidad para sumar en un feudo complicado.

En los minutos finales con el Villarreal ya esperando para matar a la contra el Málaga lo intentó para recortar diferencias, pero de nuevo se volvieron a ver las claras carencias ofensivas que lastran al equipo semana tras semana.

Después de esta derrota, el Málaga vuelve a ser colista de Primera División con cuatro puntos y tendrá ahora dos semanas por el parón por compromisos internacionales para encarar otra final en casa ante un rival directo, el Deportivo de la Coruña.