Posiblemente el Míchel más autocrítico, serio y por momentos huidizo en algunos temas de interés pasó ayer por los micrófonos de Radio Marca Málaga en una entrevista concedida en Casa Juan Los Mellizos en La Carihuela, donde también estuvo presente La Opinión. El técnico, que no escondió su cuota de responsabilidad en la situación que tiene al equipo colista, también quiso dejar de lado el mercado invernal y centrarse sólo y exclusivamente en el partido de este domingo contra le Deportivo de La Coruña, del que considera que tiene una importancia vital para el devenir del equipo y de todos los factores que lo rodean.

«Estoy bien, estable. Siempre estoy bien de ánimos, soy una persona positiva. Y en el puesto en el que estoy no puedo ser pesimista porque los jugadores se contagiarían», admitió el técnico en primera instancia, casi a modo de presentación.

«Cuando uno no gana cualquier argumento suena a excusa y eso no entra dentro de mi frase ideal. Tenemos que aprender para pensar que el futuro va a ser mejor, aprender de las derrotas y de las situaciones en contra», dijo el preparador madrileño. «Esta muy claro que no estamos dando la medida de lo que se esperaba. Pero en los últimos partidos estamos dando sensación de más estabilidad. Antes nos costaba pensar quién podía ser titular fijo, ahora vamos encontrando 6-7 jugadores que están mejor y hay que ser optimistas, pero siempre realistas», continuó.

Míchel, que también era premiado por Radio Marca como el componente de la plantilla del curso pasado más valioso, quiso restarse protagonismo. «No hay ningún entrenador que merezca un premio, lo merecen los jugadores que nos hacen mejores o peores».

El técnico volvió a ser cuestionado por el pasado verano. «Mi culpa es mucha, de los demás no me ocupo. No estoy en las conversaciones ni en las negociaciones. Mi equipo no puede tener cuatro puntos y ahí no le podemos echar la culpa a nadie. Para mejorar siempre hay que encontrar la colaboración de los jugadores. Pero luego hay cuestiones como el acierto, la tensión o el estrés».

Sobre el mercado de invierno, Míchel insistió varias veces en que no lo mira por el momento. «Veo los entrenamientos y me gusta ver que el equipo puede ganar y bien al Deportivo. No puedo pensar en el mercado de invierno, mes y medio en el fútbol es una barbaridad. Para que yo pueda contar con un jugador quedan casi dos meses. No interesa eso ahora, intento buscar soluciones en lo que tenemos y hay equipo suficiente para no estar donde estamos. Me interesa lo que pueda pasar de aquí a enero».

Y sobre la calidad de su plantilla, el técnico fue directo. «Que no toquen a mis jugadores, la responsabilidad es exclusivamente mía. Podía ser más tibio al defender la calidad de los jugadores».

La continuidad del técnico también fue un tema que abordó el técnico. «No pienso en que van a encontrar un entrenador mejor que yo, que pueden encontrarlo, pero seguro que no trabaja más que yo. No me afecta, igual que no pienso en el mercado de invierno. Jamás digo que mis jugadores no tienen nivel», explicó. «Me han criticado, y el primero yo. Aunque fuese verdad esa leyenda de que la plantilla es mala, el entrenador no es intocable. Si fuese tangible que el cambio de entrenador mejoraría el equipo la gente que tomas decisiones lo haría. Se trata de ver una cierta estabilidad y si cambias de entrenador nunca se sabe por dónde saldrá la cosa», insistió.

Y sobre la trascendencia del partido con el Dépor, otra reflexión. «No puedo ir más allá del partido del domingo. Lo que pase después tiene una consecuencia directa con lo que pase ante el Deportivo. Podemos ganarle al Dépor, no creo que haya grandes diferencias con ellos».

Y el entrenador vaticinó un futuro complicado. «Hay que mentalizarse de que vamos a estar ahí hasta el final de temporada, aunque una jornada salgamos del descenso y otra entremos».