No hay forma de que al Málaga le midan con el mismo rasero que a los equipos grandes. En su visita al FC Barcelona en el Camp Nou el atraco fue grotesco, al llegar el 1-0 del Barça en un clarísimo saque de puerta tras salir el balón por línea de fondo. Pero ni el juez de línea ni el árbitro lo vieron. Así que el gol inicial culé subió al marcador.

Esta vez fue en el Santiago Bernabéu ante el Real Madrid. El Madrid se adelantó, empató Rolan y apenas unos segundos después metió el 2-1 de un cabezazo tras un córner Casemiro. El partido llegaba ya al descanso y el Málaga lanzó una falta. Previamente, Adrián se había quejado de una falta de Cristiano Ronaldo, que saltó sobre él y se apoyó. Pero al futbolista del Málaga no le pitaron falta. Todo lo contrario, a Adrián le sacaron amarilla por protestar.

Acto seguido, Gil Manzano sí que anuló un cabezazo de Baysse al fondo de la red y, además, señaló inmediatamente después el final del tiempo reglamentario, lo que generó cierta confusión. Baysse, al igual que hizo Ronaldo unos minutos antes, se apoyó sobre Carvajal y esta vez el extremeño Gil Manzano sí que pitó, raudo y veloz, la supuesta falta. El empate a dos se esfumó y el partido se fue al intermedio. De nuevo, el Málaga CF otra vez lamentando un mal arbitraje en un campo de los grandes del fútbol español.

Para colmo, en el minuto 74, Gil Manzano sancionó con penalti, sin dudarlo un instante, un derribo de Luis Hernández a Modric dentro del área. Un penalti que ejecutó Cristiano Ronaldo y que Roberto paró, aunque el delantero anotó el rechace para establecer el 3-2.