Málaga no se rinde. Si no que se lo digan a los más de 1.000 aficionados que han esperado al primer equipo para recibirle con honores en la previa del duelo ante el Levante.

En lo que se ha convertido ya en una tradición y una especie de ritual de la afición con el equipo, que vive un momento complicado en Liga, la hinchada no ha dejado de animar, cantar y llevar en volandas a los de Míchel.

Y es que ya van tres recibimientos y hasta ahora han servido para que el Málaga salga al campo espoleado y con ganas de devolver el cariño y ánimo de su gente sobre el césped.

Una vez más, la avenida de La Palmilla se ha visto colapsada y la afición se ha enfrentado al frío y al viento sin temor, dando colorido a la gélida noche malagueña con bengalas. La situación del Málaga CF en la tabla no entiende de inclemencias climatológicas y la afición lo sabe.

La marea blanquiazul ha marcado el primer gol al Levante, acompañando a su equipo toda la avenida hasta que ha entrado en La Rosaleda para quedar concentrado antes del partido. El Málaga es de Primera y una vez más su afición así lo demuestra.