El Málaga CF está a pocas horas, si nada se tuerce, de reforzar su maltrecha línea defensiva con un fichaje que Míchel espera para mañana o a lo más tardar el martes, una vez que en estos días no se ha podido concretar.

Aunque en las oficinas del club guardan con celo el nombre del futbolista que van a traer para reforzar la retaguardia y mantiene varias opciones abiertas a falta de concretar la que mejor se adapte, por perfil futbolístico y también por el económico, Míchel ha pedido al club un esfuerzo para que esté cuanto antes a su disposición. En eso trabaja Mario Husillos, consciente de las dificultades que tiene el plantel en su línea defensiva y con tres partidos aún claves antes de que finalice el año.

Y es que, la defensa malaguista está cogida por pinzas. Con tres centrales sanos, Luis Hernández, Paul Baysse y Diego González, que ha sido desplazado al lateral izquierdo debido a la falta de carrileros zurdos. Además, el gaditano está jugando con molestias en la rodilla. Ya tuvo que frenar hace semanas y someterse a un tratamiento conservador que de momento le ha servido para evitar el quirófano.

En todo caso, Luis Hernández cuenta con tres amarillas, mientras que Adrián González, centrocampista y que se ha convertido en jugador de capital importancia en los esquemas del entrenador, está con cuatro amarillas y tendrá que medir mucho ante la Real Sociedad. Un problema más, el de las amarillas, para el técnico blanquiazul.