El Málaga CF regresa al farolillo rojo de la clasificación de Primera tras la victoria del Club Deportivo Alavés, colista hasta entonces, en su visita al Girona (2-3). En cambio, el conjunto de Míchel recorta un punto con los puestos de permanencia, respecto a la jornada anterior gracias al empate conseguido ante el Levante y la derrota del Deportivo de la Coruña el sábado en el Pizjuán con el Sevilla.

Y es que, el conjunto blanquiazul no era último en la tabla desde hace tres jornadas, cuando con cuatro perdió con el Villarreal en El Madrigal. El Málaga comenzó esta jornada en el puesto 18º de la clasificación, pero sus dos perseguidores, Las Palmas y Alavés, vencieron sus partidos y han dejado al equipo malaguista en lo más hondo de la tabla.

Así, tras 14 jornadas, ser farolillo rojo de Primera no es algo anecdótico. El final de la primera vuelta está a la vuelta de la esquina y al Málaga ya se le acaba el margen de error. Además, tal y como asegura Míchel en público, mirar la clasificación y verse tan abajo influye en el estado mental de una plantilla joven y en cierto modo inexperta.

Por ello, en el vestuario se han fijado el objetivo de tratar de hacer pleno de victorias en los tres partidos que restan antes del parón navideño. Nueve puntos en juego que el Málaga quiere amarrar para comenzar la cuesta de enero, a poder ser, fuera del descenso. Para ello no solo tendrá que ganar a Real Sociedad, Betis y Alavés; además tendrá que esperar que pinche el Deportivo y el Athletic Club, que cuentan con un calendario más exigente que el de los malaguistas.

En todo caso, el Málaga finaliza la jornada a cuatro puntos de la permanencia y el domingo en Anoeta saltará al césped sabiendo lo que han hecho sus principales rivales, que juegan el sábado.