Con gesto serio, respuestas sinceras, traje azul oscuro y camisa, del mismo color, pero en un tono más claro, José González se ha presentado esta tarde en sociedad como nuevo entrenador del Málaga CF. El gaditano ya manda en el club blanquiazul. Llegó el domingo por la tarde, el lunes por la mañana se reunió con el staff técnico y tras almorzar llegó a La Rosaleda, para conocer a los trabajadores de las oficinas y ser presentado antes de dirigir su primera sesión de trabajo.

"Todo se gesta tras la derrota del partido del Getafe. Empezamos a conversar y en horas se cerró el tema. Vengo con mi segundo de siempre, Alfonso Cortijo, y con Sergio Domínguez, que ha trabajado en el Sevilla y estuvo conmigo en China", avanzó José, que recordó su fugaz etapa como futbolista del Málaga CF, a las órdenes de Antonio Benítez. Tuve una experiencia como malaguista. Se puede ver cómo ha crecido el club, aquella era una época difícil. Espero dar mucho más rendimiento. Tuve la suerte de ser fichado por don Antonio Benítez. No tuve la suerte de jugar demasiado y con ahora me han presentado con la camiseta y el número 9 y me ha dado alegría", explicó el técnico, que avanzó cuáles van a ser sus primeras líneas de actuación.

"Vengo a aportar tranquilidad, un ambiente distendido. Vengo de fuera y no he vivido el día a día que se puede palpar. Los resultados no han sido buenos. Es difícil crecer desde una base de números complicada y voy a aportar la ilusión que traigo por este cometido. Necestio a todo el mundo. Si encendemos la llama de la ilusión, el malaguismo, los futbolistas y la gente del club se ilusionará un poco más de lo que pueda estar en estos momentos", dijo el gaditano.

Por eso, su mensaje a la plantilla va a ser claro: "Voy a poner un once en la pizarra, les voy a hacer partícipes de la situación. La bala del entrenador ha caído, ahora son ellos los responsables. Ellos tienen que crecer y mostrar otra imagen. Están en una situación complicada y si no te miras de ti hacia adentro y no te exiges más? Vi el partido contra el Espanyol y vi alma. He visto a jugadores llorando, que les duele. He visto alma y eso es importante, nadie ha bajado los brazos. Entre todos tenemos que sumar. El que juega y el que no porque le pone las cosas difíciles al compañeros. No hay otra fórmula.

Respecto a la situación del equipo, penúltimo con 11 puntos en 19 jornadas y a 7 de la permanencia, José quiso restar trascendencia y pidió centrarse únicamente en el trabajo diario y en los resultados del Málaga CF. "A cualquier profesional, le gusta asumir retos en su carrera. Es un reto difícil. Son 11 puntos, yo creo que el equipo, por los motivos que sean, no vamos a entrar a valorarlos ahora, no está dando su justa medida. No podemos nombrar un solo futbolista que esté brillando. Y creo en el crecimiento individual y en base al grupo. Vamos a intentar darle al equipo matices y variantes. Y que se ilusionen. Lo más importante es que el futbolista disfrute del entrenamiento y de la competición, y se vuelvan competitivos".

El técnico ha hecho un breve intercambio de "maletines" con su antecesor. José y Míchel se han visto brevemente en las oficinas de La Rosaleda. "Hemos charlado un poco en la oficina. Me ha ofrecido su ayuda y se lo agradezco. Me he reunido con la gente del staff técnico para hacer un intercambio y es fructífero. Es importante. Con los dos míster quiero comer con ellos (Ben Barek y Antonio Benítez)", con la gente experta hay que escucharla".

Y respecto a las similitudes con el Granada CF, al que salvó del descenso hace dos temporadas en una situación muy similar a la que vive el Málaga, el míster explicó que su meta es ir partido a partido y hacer mejor a sus futbolistas. "Son dos puntos más respecto a la permanencia que cuando llegamos al acuerdo. Me puedo marcar mi propio camino. El partido del Sevilla contra el Alavés no lo vi ayer, porque iba a sufrir para que perdiera el Alavés. Sí vi el del Eibar, que me va a producir beneficios. Nuestro techo nos lo ponemos nosotros con nuestros actos. Mirar más allá en el calendario, al Girona, no nos servirá. Ni el de los rivales. Que el fútbol nos ponga en nuestro sitio. A Granada llegué en la jornada 25 con 20 puntos y nadie creía en ningún futbolista. Y al final salieron traspasado 6 ó 7, ofrecieron otra cara. Crecieron en base al trabajo del grupo. Esa es la labor. Que los futbolistas crean en sí mismos. El ánimo te lo dan los puntos. Centrarnos. Y si tenemos la fortuna de ganar los dos primeros sería fantástico, pero a lo mejor el camino es más largo y más duro. Si nos toca la vía dura será la dura y ojalá sea la cómoda".