Alberto Bueno, delantero madrileño con gran experiencia en Primera División, es uno de los alicientes a los que se agarra el malaguismo para seguir creyendo en una permanencia cada día más complicada. El jugador cedido por el Oporto, después de jugar varios ratitos en los dos últimos partidos, ya se siente preparado para ser titular y aportar desde el principio. Él sí cree que la salvación es posible.

La primera pregunta es obligada y debido a la situación en la que está el Málaga CF, ¿por qué eligió el Málaga CF?

Elegí Málaga porque creo que era la mejor opción. Rápidamente me sentí identificado con el reto que hay. Es un reto difícil, pero a la vez bonito. También considero que Málaga es un sitio donde mi familia y yo podemos estar a gusto. Estando a gusto con el entorno es cuando un futbolista puede dar lo mejor sobre el campo.

¿Cuánta culpa tuvo Míchel de que recalara en el Málaga?

Bueno, al fin y al cabo yo conocía a Míchel y él me conocía a mí, claro que fue una ayuda para venir. Pero también tengo que decir que el director deportivo (Mario Husillos) ya quiso que estuviera en el Málaga en etapas anteriores. Por eso todo ha sido más sencillo. Mirando la parte deportiva sabía que la adaptación iba a ser mucho más sencilla porque ya conocía a seis, siete jugadores de la plantilla por haber jugado juntos y al resto por haberme enfrentado con ellos.

¿Había más opciones en el mercado? ¿Cómo le convenció Husillos?

Todo se hizo a primera hora del mercado. Mi situación allí en el Oporto era un poco complicada y ya estábamos manejando opciones de mercado con antelación. La del Málaga fue de las primeras, el día 30 de diciembre estaba pasando reconocimiento médico. Fue la oferta que más me ilusionó y la que más me hizo a mí cambiar mi estado de ánimo y saltar de alegría debido a mi situación en Oporto porque creo que puedo aportar cosas.

Desde que pasó reconocimiento médico hasta que se hizo oficial pasaron muchos días, ¿llegó a desesperarse?

No fue realmente así. Pasé reconocimiento médico el 30 de diciembre. Nos adelantamos porque las tres partes estábamos de acuerdo en acelerar las cosas. Ese día 30 pasé por la ciudad de Málaga, pasé reconocimiento y todo salió perfecto. Pero no era en ese momento cuando estaba cerrado. Fue ya metidos en el mes de enero cuando se termina de negociar todo, yo salí de Oporto y en Málaga realmente estoy tres o cuatro días que es cuando falta realmente ese «ok». Pero ya te digo, estaba tranquilo, lo único que tenía ansiedad era por ponerme a entrenar, que es lo que me gusta.

¿Cómo ha vivido la salida de Míchel?

Yo, en cuanto llegué, su bienvenida y trato conmigo fueron excelentes. A parte de los resultados, que era muy malos, me encontré una plantilla con una mentalidad bastante positiva y predispuesta a revertir la situación. Eso fue un punto a favor. El club optó por tomar la decisión. Ahora tenemos otro entrenador con unas ideas nuevas, algunas parecidas y otras diferentes, y que se ha encontrado un grupo que se está adaptando a esa situación.

¿Qué necesita más la plantilla en este momento, recuperarse mentalmente o coger sensaciones sobre el césped?

Creo que son dos aspectos que van de la mano. Lo más importante son los puntos y es lo que te da cambiar ese chip, esa confianza, esa autoestima que ahora mismo nos falta. Una victoria nos facilitaría crecer en eso y si esa victoria viene acompañada con buen juego, que no me refiero a jugar bonito, sino a hacer lo que nos pide el entrenador, será una inyección doble de moral.

En ese sentido, usted, Miquel o Iturra, que llegan de nuevas y sin estar «contaminados» de esa mala dinámica pueden ayudar a esa autoestima...

Sí. Yo siento que la plantilla, pese a que se intenta reponer con mucha profesionalidad y trabajo de los golpes que recibe, hay un estado anímico más bajo que no ayuda. Es verdad que los nuevos tenemos la cabeza más limpia. Venimos a trabajar, a ayudar, ya sea en el campo o fuera. No es una obligación exclusiva para los que vienen de fuera, pero sí tenemos una mente más positiva.

Husillos dice siempre que los que tienen que salvar al Málaga son los que ya estaban en el Málaga a principio de temporada y no los refuerzos que lleguen. ¿Coincide con él?

Seguramente. Que conste que a mí no me gusta echar balones fueras, soy consecuente con las cosas que hago y mi día a día. He venido para aportar y ayudar, pero la base es la que está aquí desde verano y pienso sinceramente que este grupo tiene condiciones de hacer las cosas mejor y reforzar las que ya se venían haciendo bien, que son muchas.

En su presentación fue muy claro y dijo que necesitaba un tiempo de adaptación para coger ritmo después de un periodo de inactividad. ¿Cómo está físicamente ahora?

Me encuentro cada vez mejor. Me estoy sorprendiendo a mí mismo porque me estoy adaptando bastante rápido. En el plano deportivo estos días después de la derrota en Getafe quizás no han sido buenos para el equipo porque hay demasiado espacio entre partidos, pero a mí personalmente me han venido muy bien. Tengo la ayuda del cuerpo técnico, que son muy comunicativos conmigo y están muy encima.

¿Se ve titular ante el Eibar debido a los problemas que tiene el equipo en ataque?

Me veo preparado para jugar, claro. Estos días me han venido muy bien y estoy preparado para aportar lo que el míster decida.

¿Se ve como el delantero que necesita el Málaga teniendo en cuenta el déficit goleador del equipo?

Me encuentro con ilusión y con ganas de aportar lo que el equipo reclame de mí, pero no me cuelgo el cartel de «9». Puedo jugar en esa posición, pero me encuentro mas a gusto con un «9» al lado o yo por detrás. No creo que deba asumir ese rol de «9» y ser el único que tiene que marcar gol. Entre todos debemos aportar y yo creo que al lado de otro delantero puedo rendir mejor.

¿Sandro sería un buen compañero para la delantera?

Me parecería un gran refuerzo. Todo jugador que considere la dirección deportiva que venga a sumar me parece bien. Sandro es un jugador ya conocido, que ha estado en la casa y lo hizo muy bien. Entiendo que la afición y el club estén pendientes de su situación en el mercado. Pero ahora mismo somos los que somos, venimos de una semana de entrenamiento muy buena, somos objetivos con la situación que tenemos, pero estamos muy ilusionados.

¿Qué tal con José González, muy diferente a Míchel?

La verdad es que también es una persona muy cercana, muy trabajadora. Nos está inculcando con muy buena sintonía las ideas que quiere implantar. Ya lo he dicho, esa sintonía también la había con Míchel, pero los resultados no estaban acompañando. Con este, y eso habla muy bien del equipo, ha acogido bien sus ideas, los entrenamientos están siendo muy intensos. Ojalá lo podamos refrendar con los tres puntos en Ipurúa.

Es un entrenador que siempre ha sacado mucho provecho de la estrategia. ¿Han ensayado con más mimo el balón parado?

Estamos trabajando todos los aspectos del juego, aunque la estrategia es un punto muy importante y que puede decantar un partido. Estamos haciendo hincapié en muchas cosas, en lo físico, en lo táctico y en lo mental. Tenemos que cambiar la dinámica y estamos convencidos de que lo vamos a conseguir.

¿Se hacen cuentas con la permanencia en el vestuario?

A mí no me gusta hacer cuentas, pero sí es cierto que en el vestuario se habla de números, es inevitable. Me gusta centrarme en el partido que tenemos más cercano para enganchar los tres puntos. Esas son las cuentas que me gustan a hacer y no pensar en los «no sé cuantos» que nos van a hacer falta. Posiblemente el Málaga al principio de temporada no se pensaba que a estas alturas iba a estar en esta situación. Pero es lo que hay y somos nosotros los que tenemos que sacar esto adelante. Ya veremos en la jornada 38 cuántos puntos son necesarios para salvarse, pero ahora solo debemos pensar en los tres puntos de Ipurúa para estar más cerca de los de arriba.

Llegó al equipo ya en puestos de descenso, pero tras los dos partidos en los que ha estado presente, ¿sigue pensando en que la permanencia es posible?

Por supuesto. Nadie quiere tener un descenso en su currículum. Si pensara que el Málaga está defenestrado no hubiera elegido venir aquí. Me gustaba el reto, lo veía posible, lo veo posible y lo veré posible hasta que no haya opción matemática.

La mejor versión de Bueno la vimos hace tres temporadas en el Rayo, donde incluso se llegó a hablar de la posibilidad de que fuera a la selección. ¿Qué hace falta para que veamos esa versión en Málaga?

Creo que soy el mismo futbolista que el de ese momento. Fue una etapa donde me encontraba súper a gusto, súper feliz. Muy tranquilo porque sabía lo que quería el entrenador y mis compañeros de mí. Además, cuando estás en una racha tan positiva ves todo más fácil. En todo caso, creo que con la confianza del entrenador y de mis compañeros me estoy sorprendiendo porque estoy volviendo a tener sensaciones muy buenas. No sé si tendré los números que tuve en el Rayo porque son muy complicados, es una realidad, estaba peleando con los mejores. Pero creo que puedo tener una versión muy buena de mí.

¿En el Oporto ha vivido el peor momento de su carrera?

Sí, y no por un tema personal mío, porque yo soy consecuente con mi profesión. Cuando uno no está bien puedes asumir que no juegue, pero cuando no depende de ti y te privan de hacer lo que más te gusta ni competir y te relegan a entrenar con el filial pues es complicado. Vas a entrenar sin la motivación de pelear por nada, de ganarte un puesto. Ha sido un momento feo de vivir.

No sé si conoce la curiosa relación que mantiene su excompañero Casillas con el jeque, que incluso han interactuado por las redes sociales alguna vez...

No sabía nada, pero Iker, al igual que Marcano, Óliver Torres... todos los españoles, siempre han visto que venir al Málaga era una opción bonita para mí. Todos coinciden en que el club, la ciudad y los aficionados merecen la pena. Ellos tienen ganas de que yo me encuentre bien y que vuelva a sentirme bien jugando al fútbol porque han visto que lo he pasado mal.

Su contrato es hasta junio y sin opción de compra, pero si se logra el objetivo de la permanencia, ¿le gustaría seguir en el Málaga la temporada que viene?, ¿hay opciones?

Puedo decir que llevo dos semanas aquí y estoy encantado. Si encima a eso le sumamos que empecemos a ganar y a acumular puntos la felicidad será doble. Estoy muy a gusto, ojalá primero cumplamos los objetivos y luego ya veremos lo que hacemos, pero estoy muy bien aquí.