El Málaga ha bajado los brazos. El conjunto blanquiazul cosechó su séptima derrota consecutiva a merced de un Barcelona que tuvo un partido plácido desde el inicio. El Málaga CF fue inferior a sus rival desde los primeros compases y en ningún momento tuvo opción de sumar algo positivo. El tropiezo, que deja a José González muy tocado tras solo sumar dos puntos en nueve partidos, deja al equipo a 11 puntos de la salvación.

No tardó Luis Suárez en disponer de la primera ocasión de peligro, pero Roberto con una mano salvadora evitó el 0-1 en el minuto 13. Sin embargo, tan solo un minuto más tarde el uruguayo sí consiguió batir el meta blanquiazul tras colarse entre los centrales con un cabezazo tras un gran envío de Jordi Alba.

Y a partir de ahí ya fue tocar y tocar para un Barcelona que antes de la media hora puso aún más tierra de por medio. Coutinho, de tacón, hizo el 0-2 tras un envío raso de Dembelé para matar el partido. Encuentro que quedó aún más liquidado en el minuto 30 con la expulsión por roja directa de Samuel.

Y con todo resuelto, con el 0-2 y un jugador más azulgrana sobre el campo, el segundo tiempo se convirtió en un auténtico bodrio, con un Málaga incapaz si quiera de pasar del centro del campo y un Barcelona si querer hacer sangre y dedicándose a controlar. Apenas un par de ocasiones por cada conjunto destacaron en una segunda mitad donde pasaban los minutos sin emoción ni atisbo de remontada alguno.

Séptima derrota consecutiva de un Málaga que ve ya la Segunda División muy de cerca. La victoria del Levante minutos antes de que comenzara el partido en La Rosaleda deja a los blanquiazules a 11 puntos de la salvación con 10 partidos por jugar. Los de González son colisas con solo 13 puntos tras 28 partidos, insostenible seguir pensando en la permanencia. Esto se acabó.