Hubo un tiempo en que la plantilla del Málaga CF, pese a que los resultados no salían, mantenían viva las opciones de permanencia. Ahora, mientras se sigue perdiendo y no ha hay reacción por parte del equipo, el mensaje se mantiene pero el tono ya no es el mismo. Así se puede deducir de las palabras de los dos centrales titulares del conjunto blanquiazul, Ignasi Miquel y Luis Hernández, que reconocen que el objetivo está más complicado tras perder contra el Barcelona y los resultados de los rivales directos.

«Imposible no está hasta que lo digan las matemáticas. Es cierto que ya está muy complicado y más porque los resultados de los rivales tampoco nos han favorecido. Es verdad que tenemos que seguir, tenemos que dar la cara pero también es cierto que se ha puesto muy cuesta arriba», indica el catalán.

«Había que tener en cuenta que tarde o temprano los rivales de delante iban a sumar y que nosotros teníamos que seguir con nuestro trabajo. Han pasado muchas jornadas en las que hemos tenido opciones de ponernos más cerca y no hemos sido capaces y ahora se nos van a una distancia mucho más lejana (11 puntos). El equipo va a competir para defender el escudo, a la afición y a la ciudad hasta que se den los números», explicó el madrileño, que no quiere resignarse pese a lo evidente de la situación.

«Todos sabemos que en cuanto ganemos un partido la dinámica va a cambiar. Hemos estado muy cerca en los últimos dos meses y por unas u otras circunstancias no lo hemos conseguido. Ojalá pueda ser en Vigo y nos dé moral para el final», continuó Luis Hernández.

En esa misma línea se mostró su compañero en el centro de la zaga: «El vestuario está jodido, pero confío que en unos días nos vamos a reanimar y pensar en el siguiente partido. Es lo que nos queda. No me arrepiento de haber fichado por el Málaga».