A nadie se le escapa que la temporada que viene, la del «infierno» en Segunda División, va a ser sin duda la más compleja e importante para el Málaga CF en su historia reciente. El club no puede fallar. Ni la dirección deportiva, a la hora de confeccionar una plantilla para ascender. Ni los aficionados en la grada cada domingo. Ni los directivos, evitando salidas de tono y regateando situaciones extravagantes. Es crucial aunar esfuerzos para conseguir el ascenso. Y cualquier distracción puede costar muy caro porque va a estar en juego la supervivencia de la entidad, ligada al regreso a Primera División en un corto periodo de tiempo.

Sin embargo, se acercan nubarrones para irritar cualquier atisbo de estabilidad blanquiazul el año próximo. Y es que fuera de los despachos se jugará una batalla también muy importante para los intereses malaguistas y que incluso puede acabar en una «guerra civil». Una lucha de poder en la que ya se toman posiciones, con bandos, con corrientes de opinión y con intereses subterráneos. Una situación que puede acabar también con las opciones malaguistas al ascenso si no se gestiona con profesionalidad y sosiego.

Ayer hubo novedades con el 'caso BlueBay', que ya tiene fecha para retomar su litigo en los Juzgados. Según apuntó Canal Sur Radio, el juicio entre el presidente Al-Thani de 2018, si no hay cambios hasta la fecha.

Tras archivarse la querella criminal que interpuso Al-Thani al entender la justicia que no hay indicios de apropiación indebida y falsedad documental por parte de Moayad Shatat, Abdullah Ghubn y Jamal Iglesias, ahora el litigo pasa a la vía civil. Un juicio que arrancó en febrero de 2016, pero que ha estado viviendo recesos por los recursos por parte del empresario catarí.

Si la justicia sigue su curso, las primeras estimaciones apuntan a que podría emitirse una sentencia a primeros o mediados de 2019. Si es favorable a la hotelera, si se le reconoce que debe asumir el control del club, podrían aplicarse unas medidas cautelares para entrar de inmediato a los mandos de la nave malaguista. Una situación que podría también cambiar al club de arriba a abajo tras la dejadez de Al-Thani en los últimos años, debido a su vacío de poder.

BlueBay, a través de sus directivos en las últimas comparecencias públicas, ha admitido que su intención no es vender su paquete accionarial y sí la de gestionar el Málaga CF. De hecho, el pasado martes emitió un comunicado en el que recordaba algunas líneas de actuación para el futuro si finalmente controla el club.

Consecuencias

Pero con el Málaga CF en plena batalla por el ascenso, el traspaso de propiedad generará a buen seguro inestabilidad. Más si cabe con la entrada en escena de unos gestores con escasa experiencia en el mundo del fútbol. BlueBay ya estuvo en el club en verano de 2013. Algunos de los fichajes que realizaron fueron de dudosa validez: Bobley Anderson, Pawlowski, Roberto Chen o El Hamdaoui.

En las entrañas de la entidad de Martiricos también hay recelo. Sobre todo por cuestiones deportivas y por cómo puede salpicar esta situación al club en un escenario de importancia extrema y en un futuro próximo. De hecho, el club -sus actuales gestores- deberá iniciar un proyecto de Segunda sin saber si incluso finalizarán el curso al frente de la nave. Y no sólo en materia deportiva, también en política económica y social, ya que la revolución para competir en Segunda será drástica en el Málaga CF.

Hay que recordar, tal y como se apuntó ayer en este medio, que el club tiene previsto solicitar a LaLiga toda la ayuda por el descenso esta próxima temporada. Una cifra que ronda los 20 millones de euros y que servirá para amortiguar el duro golpe del descenso a Segunda. Y 'gastar' esta ayuda implica que el siguiente año, de no ascender, dejaría un escenario sin ventaja para el Málaga a la hora de luchar en la categoría de plata con otros rivales.

La hipotética guerra civil malaguista de hecho ya se vive en el día a día con la afición más fraccionada que nunca, como se puede observar por las redes sociales. El futuro es también impredecible para el Málaga CF.