La previa al partido más triste para el Málaga CF ya ha llegado. Son horas dolorosas donde se acumulan los recuerdos y afloran las sensaciones. Atrás pueden quedar hoy diez años en la elite. Una década compitiendo con los mejores que se va a ir al garete por un año desastroso, tanto en los despachos como en el césped. Hoy el Málaga tiene muchas papeletas de decir adiós a Primera y de enfrentarse a su cruel destino, que no es otro que descender al infierno de Segunda.

Una vez que ya sabíamos desde hace tiempo la sentencia, sólo quedaba conocer el cuándo y el dónde. Y esta noche, a las 23.20 horas aproximadamente, el Málaga puede ser ya de manera oficial equipo de Segunda. Las cábalas no son rocambolescas y están más cerca de llevarse a cabo. Sólo debe pasar lo mismo que se ha venido repitiendo durante toda la temporada, que no es otra cosa que perder. El empate o la victoria malaguista indulta, por el momento, al equipo de José González. Pero sólo sería alargar la agonía algunas jornadas más.

El destino, por lo tanto, ya asoma por la esquina con la guadaña. Y si no es esta noche, será el domingo contra la Real Sociedad o la siguiente jornada contra el Betis... Es ya imposible salir de ésta. Y como un reo que ya conoce su final, el Málaga sólo espera sentencia.

No nos vamos a engañar, ya que el descenso lo copa todo. No hay ningún interés deportivo detrás de este partido que no sea el de bajar ahora o más adelante. Y aunque para eso el Málaga tiene que ganar, la imagen también contará.

El último descenso del conjunto blanquiazul se produjo el 30 de abril de 2006, en La Rosaleda y tras caer ante el Racing de Santander por 2-3. Fue una caída triste, dolorosa y que aún perturba al malaguismo. Tuvo que remar mucho el Málaga y su afición en los años posteriores para volver a recuperar la ilusión.

Hoy, en Valencia, Segunda puede ser una realidad. Y el Levante, rival que un día fue directo, puede poner la puntilla. Los granotas son los que delimitan la zona de descenso a 14 puntos de distancia cuando quedan 18 por jugarse.

Y para regatear esta noche el descalabro, aunque hay quien piensa que es mejor descender lejos de casa para evitarse el bochorno, José González ha vuelto a mover su equipo. El técnico no parece tener un patrón en las últimas semanas y hace pasar jugadores de la grada al once con facilidad. «Los jugadores me están llamando a la puerta en los entrenamientos», admitió el técnico en sala de prensa, que ahora ha convocado a Bastón, Keko y recupera a Diego González y Luis Hernández. Los perjudicados son el lesionado Ricca, el olvidado Rolón, el canterano Iván Rodríguez y Samu García, que no puede jugar por contrato al medirse al equipo del que viene cedido. El técnico no descarta tampoco cambios en el once. Y es que físicamente, después de jugar el domingo, el equipo se puede resentir.

Por su parte, el entrenador del Levante, Paco López, tiene la baja por sanción de Rubén Rochina, no puede contar con los lesionados Raúl Fernández, Cheick Doukouré, Toño García e Iván López y tiene la duda del italiano Pazzini.