La plantilla del Málaga CF quiso este viernes entonar el mea culpa en público, asumir su responsabilidad en el descalabro mayúsculo que ha vivido el club en la presente temporada, con un comunicado leído por el primer capitán José Recio. Sucedió en la sala de prensa de La Rosaleda, antes del entrenamiento vespertino para comenzar a preparar el ya intrascendente duelo de este domingocontra la Real Sociedad en Martiricos, una vez que el jueves se consumó el descenso a Segunda División tras caer por 1-0 con el Levante.

Todo el equipo, con los capitanes José Recio, Miguel Torres y Roberto Rosales en primera plana y escoltados por todo el cuerpo técnico, pidieron perdón a la afición por el descenso, agradecieron a la hinchada su apoyo y se acordaron de los trabajadores del club en un comunicado de poco más de un minuto que no ha calado en una afición decepcionada y hastiada con la propiedad, los directivos y jugadores por el fracaso que ha supuesto perder la categoría tras 10 años en la élite.

Sin mucha expectación en la zona noble de Martiricos, la plantilla ocupó el atril de la sala de prensa. Caras muy largas, serias y tristes a partes iguales. Algunos jugadores que transmiten más, otros con menos protagonismo en segundo plano y el entrenador, José González, al frente también asumiendo su parte de culpa.

Así, el capitán del equipo, uno de los que más han sufrido esta temporada y que se ha visto impotente, ha asumido los galones de tomar la palabra. Con la voz entrecortada y realmente afectado por el descenso a Segunda División, Recio aseguró en su lectura que «van a dejarse la vida para volver a Primera División la próxima temporada».

Lo cierto es que la puesta en escena, pese a la tristeza y pesadumbre del ambiente, fue un tanto estéril e insuficiente. El descenso es consecuencia de un cúmulo de circunstancias, y entre ellas la falta de líderes y referentes en un vestuario que se había convertido en una auténtica torre de Babel. En ese sentido, el centrocampista paleño ha intentado cubrir el hueco tan grande que han dejado pesos pesados como Duda, Weligton o Camacho, tres capitanes con una larga trayectoria en el club y que el verano pasado dejaron un vacío demasiado profundo.

La plantilla, en todo caso, quiso dar la cara y asumir su parte de culpa. Salieron a la palestra ellos solos, sin ningún miembro de la familia Al-Thani alrededor ni ningún otro directivo blanquiazul. Aunque esta iniciativa parte de los capitanes, en todo este tiempo y, sobre todo, tras consumarse el descenso, se esperaba que los hijos y consejeros de Al-Thani, que cobran un sueldo importante del club, dieran la cara. Ni Nayef ni Nasser ni Hayman ni Rakan, todos en Málaga, han querido dar la cara.

El comunicado malaguista íntegro

"Buenas tardes, hoy no es un día para poner excusas, hoy toda la plantilla queremos dirigirnos a todos los malaguistas para decirles que sentimos haberles fallado. El Málaga es un sentimiento, yo lo conozco bien desde chico y todos los jugadores, estén aquí más o menos tiempo, se quedan con este pellizco que nunca se les olvida aunque se vayan de Málaga.No tenemos palabras para agradecer a los malaguistas los increibles recibimientos que nos habéis dado en La Rosaleda, todas las veces que nos habéis animado y empujado en las buenas y en las malas y como habéis llenado en el estadio, con frío, calor, lluvia y muchos viernes o lunes con malos horarior para vosotros. Decir hoy lo siento no es suficiente. Lamentablemente ya no podemos dar marcha atrás pero si os aseguramos que no vamos a permitir que nadie baje los brazos de aquí al final y vamos a seguir luchando hasta el último día por este escudo y esta camiseta.Nos gustaría mencionar también a todos los trabajadores del club, que nos ayudáis y estáis con nosotros para que nuestro trabajo sea más fácil, también os hemos fallado y nos duele muchísimo.Esta ciudad, este club y esta afición se merecen estar en Primera División, se lo merece y volverá a estar muy pronto. Que no le quepa la duda a nadie que vamos a dejarnos la vida para conseguirlo la temporada que viene. Muchas gracias".

Día duro en las oficinas

La jornada de ayer fue complicada en las oficinas de Martiricos. Pese a que el descenso estaba más que asumido, una vez que se ha materializado el dolor y el luto se instalaron en las entrañas de La Rosaleda. Caras tristes en un día que se hizo muy largo tras el trago más complejo que digerir, el del descenso.