Si el Málaga CF, y más concretamente Al-Thani, tiene un serio problema de puertas para afuera, de puertas para adentro no le va a la zaga. Y es que hace ya varios días -desde el pasado jueves-, que Mario Husillos presentara su dimisión como director deportivo del club, pero la propiedad no ha movido ficha al respecto, lo que mantiene la planificación empantanada.

La injerencia del presidente en el fichaje del técnico Lucas Alcaraz por parte del director deportivo ha desembocado en una crisis institucional al que de momento no le ha puesto freno el dirigente. La pelota está en su tejado, pero el catarí ni ha respondido a la renuncia del ejecutivo argentino ni tampoco ha encontrado un sustituto por el momento.

El club, por lo tanto, se encuentra trabajando bajo mínimos en un momento clave de la temporada, donde se fraguan los fichajes. Si Lucas Alcaraz no es el técnico elegido, el club deberá buscar alternativa. Y también en materia de jugadores, ya que hay operaciones avanzadas y algunas cerradas, a expensas del director deportivo definitivo y, por supuesto, de la decisión de Al-Thani.

Husillos, de momento máximo ejecutivo en el apartado deportivo, continúa con sus labores, aunque bajo mínimos. Y es que negocia y apalabra jugadores para el futuro, pero no puede cerrarlos a expensas de solucionar su futuro y a la llegada de un sustituto.

Además, hoy arranca el Ramadán, por lo que las prestaciones laborales de la familia Al-Thani se verán reducidas, más si cabe, en el próximo mes. Precisamente una fecha clave donde el club ya ha sufrido en épocas pasadas esta problemática -hubo fichajes que no terminaron de cerrarse por la pasividad en estas fechas- y que ahora, con la planificación en pañales, puede tener unas consecuencias irremediables para el proyecto de Segunda División.