La salida de Antonio Tapia también puede tener un efecto dominó dentro de La Academia. Y es que hay dos personas que llegaron principalmente por la confianza depositada el técnico en ellos. Uno es Duda, que colgó las botas meses atrás y al poco tiempo encontró acomodo en la cantera como mano derecha del técnico. Al igual que Tapia, su implicación ha sido máxima pero al ser un cargo de confianza podría depender su futuro en el club o en ese mismo cargo del nuevo director de La Academia.

En similares circunstancias se podría definir la continuidad de Dely Valdés. El técnico del filial aterrizó al poco tiempo de la llegada de Tapia al cargo tras una decisión arriesgada y en esos momentos polémica. Y es que llegó en sustitución de Manel Ruano, que tenía al filial líder de su grupo destacado. El tiempo le ha dado la razón a Tapia, ya que el panameño ha sido una de las claves del ansiado ascenso a Segunda B. Pero ahora, su continuidad podría estar comprometida incluso por decisión propia.