Cualquier excusa es buena para recordar que sí se puede, que el pozo de Segunda tiene una puerta de salida hacia Primera. Y la última vez que el Málaga lo consiguió fue hace justo una década, después de completar una temporada casi brillante y que se saldó con un ascenso merecido.

El pasado 15 de junio de 2008 el Málaga CF recibía al Tenerife en la última jornada de Liga. Necesitaba un triunfo para conseguir el ansiado ascenso. Y dependía de sí mismo para conseguirlo.

La Rosaleda se llenó para una tarde histórica que tuvo un final feliz. El conjunto blanquiazul, entonces dirigido por Juan Ramón López Muñiz, salió de inicio con Iñaki Goitia bajo palos; Jesús Gámez, Rosario, Weligton y Valcarce en la línea defensiva; Cheli, Carpintero, Apoño y Calleja en la media y Antonio Hidalgo con Nabil Baha en la punta de ataque. Más adelante participaron Peragón, Eliseu y Sandro.

Antonio Hidalgo fue el gran héroe de la tarde ya que marcó los dos goles del ascenso. El primero, poco antes del descanso (43'). La sentencia, en el 73', que ponía tierra de por medio con los insulares, llegó de penalti. Weligton hizo un autogol en la prolongación, aunque el partido ya estaba decidido.

El Málaga CF ha querido revivir esta hemeroteca, de la que asegura que le «inspira en el camino de regreso a Primera División». Queda mucho camino que recorrer, con muchas incógnitas que despejar. Pero si el Málaga CF es capaz de formar un equipo como el que hizo entonces, tendrá mucho ganado.