La necesidad llama a la puerta del Málaga CF y el club de Martiricos no está en condiciones de dejar escapar ninguna oportunidad económica. Ésa es la explicación más lógica a las más que posibles e inmediatas salidas de Michael Santos, Ignasi Miquel, Roberto Rosales o Roberto RosalesAdrián González, entre otros. El club blanquiazul necesita hacer caja para cuadrar números y la dirección deportiva, junto con Muñiz, antepone ahora mismo las prioridades económicas a las deportivas para confeccionar el equipo de la próxima campaña en Segunda División.

El Málaga CF lleva tiempo atado de pies y manos, desde que descendió de categoría. El hecho de rebajar los ingresos por derechos televisivos ya generaba un descuadre económico que no era salvado ni por la compensación por el descenso. El club debe ingresar unos 10 millones de euros para hacer frente a los pagos que tendrá la próxima campaña, siempre y cuando mantenga la misma masa salarial en la plantilla 2018/19.

De ahí que la entidad haya comenzado la operación salida sin miramientos. Si hace unas semanas salió cedido Jony y poco después Cecchini -entre ambos ya se ahorra el club cerca de dos millones de euros en fichas-, ahora están cerca de completar su traspaso jugadores que estaban llamados a tener papel protagonista en Segunda sin las circunstancias económicas no fueran adversas.

El caso más llamativo es el de Michael Santos, que el Málaga CF está dispuesto a dejar salir al Copenhage danés por una cantidad inferior a los 4 millones de euros. Un precio inferior a lo que pagó por el delantero charrúa hace dos veranos al River Plate por sólo el 70 por ciento. Pero que la coyuntura le obliga a aceptar para sacar «tajada», ya que Santos acabará contrato la temporada 2020 y podría salir, mientras el Málaga esté en Segunda, sin beneficio económico para el club.

En cualquier caso, la oferta del Copenhage, aunque gusta en Martiricos y está dispuesta a aceptarla, aún debe esperar el beneplácito del propio Santos. Al jugador no termina de convencerle marcharse al fútbol danés, aunque la oferta económica es sumamente suculenta. La intención de Santos es la de continuar haciendo carrera en Europa, pero una vez mostrada su valía en Segunda, intentar dar el salto a Primera División. El charrúa está convencido de que tiene mercado en la mejor liga del mundo, aunque por el momento no han llegado ofertas de ese tipo a Martiricos.

Su situación, en cualquier caso, podría resolverse más pronto que tarde si finalmente acepta la oferta danesa.

Más salidas

Otra situación que podría desenquistarse en los próximos días es la de Ignasi Miquel. El central tiene caché en Primera y el presidente del Getafe ya anunció que habían deslizado oferta formal por el zaguero. Sin embargo, el club la ha rechazado y se ha remitido a la cláusula, aunque un precio cercano a los 3,5 millones de euros o la entrada en escena de jugadores del club madrileño podrían solucionarse la operación. Hay que recordar que el Málaga se interesó por Jorge Molina -que según su presidente no está en venta- y también gustan el malagueño Dani Pacheco y el extremo Álvaro Jiménez.

Otro de los nombres con los que el club pretende hacer caja es Roberto Rosales. El venezolano ya está en Málaga poniéndose a tono e incluso ayer, a través de sus perfiles en redes sociales, dejó un mensaje con cierto enigma. «Poniéndonos ya a tono para el próximo reto», argumentaba. El Girona es el que más interés ha mostrado por él, aunque el Betis también está en la recámara. Le resta un año de contrato, por lo que su salida tampoco será elevada.

Por último está Adrián González. El centrocampista madrileño también gusta en el Leganés. Su salida tampoco parece complicada, aunque el club tampoco hará grandes ingresos al respecto. Al menos, eso sí, abaratará costes y rebajará su límite salarial.

Los cuatro, junto a Bakary Koné, que gusta al Trabzonspor turco, son los que están más cerca de salir del club y de dejar beneficios en las arcas malaguistas.