Que el Málaga CF está en un proceso evolutivo y de cambio es de sobra conocido. La metamorfosis que sufrirá el equipo se llevará por delante a un buen puñado de jugadores malaguistas, que dejarán paso a otro puñado de caras nuevas. Los cambios, en el mundo del fútbol, casi siempre son bien acogidos, pero hay una pléyade de jugadores que está entre dos aguas, que no está ni dentro ni fuera, y que estos primeros días de pretemporada está a examen.

La plantilla del Málaga CF no es especialmente amplia para las fechas en las que se mueve el mercado, ya que cuenta con 26 jugadores. Es cierto que debe soltar lastre José Luis Pérez Caminero, sobre todo por el yugo salarial, pero hay una importante nómina de jugadores que puede cambiar su suerte y tener un papel protagonista en Segunda si consigue estos días convencer a Muñiz de que son válidos para la categoría y que están involucrados en el proyecto.

No es fácil, ya que de la mayoría de los casos el asturiano ya tiene un planteamiento formado. El técnico conocía a la perfección la plantilla antes incluso de recalar en Martiricos, por lo que pocas sorpresas se va a encontrar estos días. Pero el rendimiento, la implicación en los entrenamientos, la puesta en escena y, sobre todo, aprovechar las oportunidades en los amistosos, serán decisivas y dejarán una nota final.

Uno de los motivos por los que no hay grandes movimientos en la operación salida, además de no terminar de concretarse las operaciones por los teóricos primeros espadas, es porque el entrenador del Málaga CF quiere testar a algunos jugadores. Es el caso de los Ontiveros, Mula, Rolón, Luis Muñoz, Diego González o Mikel Villanueva, entre otros, que luchan por quedarse en el equipo y no salir cedidos una vez más.

Para ello deberán trabajar y dar el nivel de exigencia que el asturiano ha puesto. Un ejemplo en ese sentido es el de Ontiveros, que al igual que Michael Santos tenía permiso para sumarse más tarde a la pretemporada por disputar la fase de ascenso con el Valladolid, pero el marbellí ha estado desde el primer día como uno más.

Precisamente el extremo es uno de los jugadores en los que más dudas hay. Si toma el camino correcto y consigue «centrarse» será un jugador muy válido. Pero en el caso contrario, Muñiz no tendrá dudas en darle salida pese a que sus cualidades sobre el verde sean mejores que la de su competidor.

Mula deberá corroborar en este inicio de curso que su cesión en Tenerife, donde le fue de maravilla, ha servido para madurar. Y más dudas hay en la zaga, donde Luis Muñoz y Mikel Villanueva regresan de unas cesiones donde no han tenido demasiados minutos y podrían acabar saliendo.

Diego González, por su parte, ya jugó en Segunda y demostró el año pasado en Primera que puede competir.

Caso especial es el de Andrés Prieto, que no saldrá pero sí deberá luchar por hacerse con el puesto de titular en la portería, a la espera de un guardameta con el que competir. Su examen también es exigente porque el club debe decidir si apostar por un portero titular -como así busca ahora en el mercado- o rebajar sus pretensiones si Prieto da el nivel.

Por último está Esteban Rolón. El argentino, casi inédito el curso pasado, necesita jugar. El Málaga CF necesita que juegue. Y si no hay una salida a un club de mayor categoría o del extranjero -había interés de Lanús, de su país- es posible que acabe quedándose para no devaluar su valor.

No son los únicos, ya que hay otra serie de jugadores, con un escenario bien distinto, que también están a examen, aunque su futuro tiene pocos visos de cambiar. Tighadouini, Lacen o Cifu, por poner algunos ejemplos, pueden revertir su situación si aprovechan las oportunidades, aunque tienen más opciones de salir que de quedarse.

Y es que como dijo Manuel Iturra en el día de su presentación, nadie tiene la continuidad asegurada en el Málaga CF.