En el estadio de «El Pozuelo» en Torremolinos, el equipo del Málaga femenino, recién ascendido a la Primera División, atendió ayer a los medios de comunicación a poco más de un mes para que empiece la competición oficial. Una plantilla repleta de caras nuevas, ya que cuenta con 11 refuerzos de primer nivel para esta temporada 2018/19 en la elite.

Las pupilas de Antonio Contreras siguen aclimatándose al nuevo proyecto, mientras las incorporaciones se adaptan al modelo que plantea el míster. En el horizonte ya se divisa el enorme reto que está a punto de afrontar el conjunto blanquiazul en la élite del fútbol femenino español, aunque parece no intrigar o dar miedo a nadie, sino generar mucha ilusión entre los que lo han hecho posible.

Pese a estar entrenando en esta localidad costera malagueña, el Málaga jugará como local en la cancha de la Ciudad Deportiva de la Federación Malagueña de Fútbol, emplazamiento en el que el equipo albiceleste abrirá el campeonato, nada más y nada menos que ante el vigente campeón, el Atlético de Madrid, el próximo 9 de septiembre.

Contreras, uno de los principales responsables del ascenso malaguista, sigue este curso al timón del conjunto y aseguró que la planificación «no ha sido fácil». «Esto es el Málaga, sí, pero hay que vender un proyecto ambicioso, una ciudad que es maravillosa y, sobre todo, un club profesional», explicó el entrenador al referirse a otro de los grandes desafíos del club este año, la profesionalización del equipo, y que después de los movimientos se está convirtiendo en una realidad.

El técnico malagueño está convencido: «Va a haber dos ligas, y el objetivo claro, en un principio, es mantenernos en la categoría y, sobre todo, cuajar un buen papel», además de asumir con rotundidad que él tendría «toda la responsabilidad» de un hipotético descenso. Aún así, Contreras no se ha marcado unas metas inamovibles y afirmó que primero habrá que ver «cómo se desenvuelven las chicas», antes de marcar unas pautas más concretas de cara a la liga.

Uno de los once fichajes recién llegados es Mayara Bordin. La centrocampista brasileña viene de jugar en las filas del Zaragoza CFF, que disputa la Primera División, por lo que cuenta con una campaña de experiencia en el máximo escalafón. La ex del Tyressö sueco, entre otros, quiso dejar claro que «no importa quien vaya a estar en el campo» ya que todas ellas van a «remar juntas en un mismo sentido». Bordin, al igual que su míster, apostó por no «marcar otro objetivo que no sea hacerlo lo mejor posible», debido a que el equipo acaba de subir y todavía es un conjunto nuevo. Pero también se refirió a la división de oro como «una de las más equilibradas del fútbol europeo», algo que deja muy abiertas las posibilidades de las blanquiazules este año, incluso.

Otra de las cosas en las que Mayara incidió es la «calidad del fútbol femenino es España», por la «mezcla táctica y técnica que hay». El deporte femenino sigue creciendo como la espuma y el club de Martiricos, mediante su equipo femenino, son buena prueba de ello. Pese a la reponsabilidad que recae sobre sus espaldas, siendo una referencia en la provincia, las jugadoras malaguistas ya se han puesto manos a la obra para preparar una temporada que se antoja difícil, pero con más ganas que nunca.