La jornada de ayer no fue una más en el Málaga CF. No al menos en este mercado veraniego tan movido y por momentos convulso que está viviendo el conjunto blanquiazul desde que se consumó su descenso de categoría. Álvaro Jiménez, jugador del Getafe de 23 años y con la muesca de un ascenso en su historial, era uno de los refuerzos elegidos por la dirección deportiva del Málaga CF para continuar formando la plantilla de Juan Ramón López Muñiz de cara al ascenso. Sin embargo, y pese a que el jugador llegó a estar en Málaga pasando el pertinente reconocimiento médico, su fichaje acabó frustrado y paso a ser otras de las operaciones rocambolescas en la historia del Málaga CF.

La ruptura del acuerdo definitivo corresponde, sobre todo, a las complicaciones que está teniendo el Málaga para regatear el límite salarial. El conjunto blanquiazul lo tiene sobrepasado, de ahí que no pueda inscribir más jugadores, aunque sí ficharlos y dejarlos sin ficha a la espera de acontecimientos.

Ese extremo se contempló con el jugador cordobés, que por la mañana (8.30 horas) llegó a las instalaciones de La Rosaleda solo, sin la compañía de su representante ni la de ningún miembro del club, y con las botas en mano. Sin embargo, tras superar el examen médico y ver parte del entrenamiento malaguista, el cordobés tuvo conocimiento de que el club no podía inscribirlo por el momento e incluso tampoco estaba decidido a ficharlo por ahora dada la complicación para dar salida a sus jugadores descartados. Le pidió esperar unos días, pero Álvaro es un jugador cotizado en la categoría y ese extremo no llegó a producirse.

De hecho, la llegada de Álvaro Jiménez creó cierta confusión en la zona noble de Martiricos, ya que el impedimento para poder hacer más movimientos en el mercado es de sobra conocido por todos los actores implicados -directivos, dirección deportiva, jugadores y representantes-.

En cualquier caso, Álvaro Jiménez no va a esperar al Málaga pese a que ambas partes ya tenían un acuerdo verbal desde hace días. La burocracia impide que el club pueda inscribir jugadores y debe antes soltar lastre.

Álvaro Jiménez, tras abandonar Málaga, estaba ayer cerca de recalar en el Sporting de Gijón. En tierras asturianas apuntaban que se había avanzado en su incorporación, por lo que la situación ha cambiado drásticamente.

Salidas obligadas

El fichaje frustrado de Álvaro Jiménez esconde más cuestiones relativas al Málaga CF. Y es que el club está obligado a dar salida a jugadores para liberar masa salarial. Todas las miradas están centradas en Juanpi y Rosales. Ambos venezolanos estás descartados de manera deportiva y también económica, ya que tienen unas elevadas cargas para el club. Sin embargo, el acuerdo para sus salidas no llega y la presión es máxima al respecto.

También podría salir Miguel Torres, que tiene otra importante ficha. Al igual que Gonen y Tighadouini, que no entran en ninguna ecuación posible de continuidad.

Otro de los nombres que ha sonado con fuerza en los últimos días es el de Álex Mula. El canterano quiere buscar minutos lejos de Málaga, donde considera que no los va a tener. Y según apuntó ayer Radio Marca Málaga, el Deportivo de La Coruña ha mostrado interés por sus servicios. El club no quiere reforzar a un rival directo y Muñiz sigue contando con el catalán. Su salida no liberaría ficha -tiene dorsal del filial- ni tampoco mucha carga salarial al tener una ficha menor.

El club, a diez días para el cierre del mercado, debe centrar todos sus esfuerzos en dar salida a los jugadores con los que no cuenta. Sino va a tener un problema serio con el límite salarial.