El reloj avanza y tiene que hilar muy fino el Málaga CF estos días. Quizás más que en el resto del mercado. Porque el club debe caminar en la delgada línea que separa los descartes de los refuerzos, todo en cuestión de horas y con el yugo del cierre del mercado en la vuelta de la esquina, este viernes a las 23:59 horas. La entidad de Martiricos tiene un problema logístico en la confección de su plantilla que trae de cabeza al personal en los despachos de Martiricos y que también va a generar movimientos en las próximas horas.

De sobra es ya conocido el problema que aún sigue teniendo el Málaga CF con el límite salarial. Y todo ello a cuatro días para que se cierre el mercado de fichajes. El club sigue con varios jugadores que deben abandonar la disciplina blanquiazul para poder inscribir a otros cinco con los que sí se cuenta y ya están en plantilla (Pacheco, Koné, Haksabanovic, Boulahroud y Lacen). Pero el tiempo sigue corriendo sin que ninguno de ellos haya hecho ademán de abandonar Málaga y, por ende, dejar hueco para los nuevos.

El problema es mayúsculo, pero en el seno de la dirección deportiva del Málaga CF no cesan en su afán de seguir fichando. Son conscientes de que el equipo que tiene ahora mismo Muñiz a sus órdenes tiene algunas carencias o algunos puntos que se pueden mejorar. Ése es el deseo del técnico asturiano, que estaría contento con un refuerzo por línea. Pero también de la dirección deportiva, que trabaja para buscar opciones en este tramo final del mercado si la situación acompaña.

El problema reside en que de momento, el club no va a fichar hasta que no se solvente el problema con el límite salarial. Esa premisa ya quedó clara días atrás, desde que Álvaro Jiménez pasó el reconocimiento médico con el Málaga CF y se marchó horas después para recalar en el Sporting. La entidad está atada de pies y manos en cuanto a movimiento oficiales, pero entre bambalinas se trabaja y se sigue negociando con jugadores.

Los refuerzos más inmediatos para la dirección deportiva son los de un portero y un zaguero. Muñiz es consciente de que Munir es el portero titular. Pero su condición de internacional va a traer más de un quebradero de cabeza al cuerpo técnico blanquiazul. De momento es Andrés Prieto el que ocupa esa segunda plaza de guardameta e incluso es posible que sea de la partida los dos próximos compromisos malaguistas, a tenor de la previsible llamada del marroquí por su país.

Lo cierto es que en el Málaga CF quieren apostar por otro perfil de portero, aunque sea un posición que en teoría no peligre por el momento. Hay que recordar que Munir podría perderse el tramo final de la Liga si es citado con su selección a jugar la Copa África, que arranca en junio.

La otra posición que más interés hay es la de firmar a un zaguero, aunque más concretamente un lateral derecho. Con la salida de Rosales -es uno de los descartados que debe salir sí o sí-, la plantilla se quedaría con Cifu e Iván Rodríguez. Además, Miguel Torres también puede desempeñar dicha función, aunque hay poco optimismo con el madrileño, que sigue lesionado y no parece entrar en los planes deportivos, de ahí que sea otro descarte.

El nombre que más fuerte ha sonado desde que arrancó el verano es el de Jesús Gámez, pero su fichaje no ha llegado a concretarse e incluso Muñiz dejó caer que era complicado que firmarse.

También se sueña con un delantero goleador, que sea capaz de aglutinar 15 goles o más. Pero esa vía es más compleja y sólo un último movimiento de descarte de clubes más poderosos podría facilitarla.

El Málaga CF tiene actualmente 26 profesionales en su plantilla. Algo que también debe tener en cuenta si finalmente salen jugadores. No sólo hay que liberar masa salarial, también fichas en la plantilla.