Y llegó el día, el final de un mercado frenético y el último capítulo para hacer movimientos. Como era de esperar tras los últimos días, el Málaga CF llega a este punto con deberes por hacer, aunque con la salida de ayer de Roberto Rosales al Espanyol en calidad de cedido después de renovarlo, el problema para inscribir a los cinco jugadores que aguardaban pacientemente en la plantilla blanquiazul ha quedado resuelto. Esa es la teoría, según apuntaron ayer fuentes del club blanquiazul a este medio, pero la práctica es bien diferente ya que el Málaga CF y su dirección deportiva están dispuestos a aprovechar al máximo el último día de mercado y la intención es hacer varios movimientos para dar salida y entrada a varios jugadores.

El movimiento indispensable era el de liberar masa salarial para que Pacheco, Koné, Haksabanovic, Lacen y Boulahroud pudieran ser inscritos. Ese punto ya se consiguió ayer con la salida de Roberto Rosales. Ya se sabía que el venezolano ponía rumbo a tierras catalanas, pero la sorpresa llegó ayer con la renovación del sudamericano por otra temporada más, para que su vínculo como malaguista acabe en 2020.

La intención del Málaga es asegurarse así un traspaso el próximo verano. O al menos, dilatar otra campaña más esta situación. El club blanquiazul quería sacar tajada por Rosales -que tenía cierto mercado años atrás, antes de su mala campaña- y no estaba dispuesto a dejarlo salir libre. Por el venezolano no había llegado ninguna oferta de traspaso y sólo la cesión requerida por el Espanyol ayudaría a liberar masa salarial, suficiente para inscribir jugadores.

El Espanyol, por su parte, apuntó que se guardará una opción de compra no obligatoria sobre la totalidad de los derechos del futbolista sudamericano a final de curso, aunque no ha trascendido a cuanto asciende.

Con Rosales fuera ya del Málaga y con el límite salarial ya equilibrado, las prioridades se enfocan de otra forma. Y es que el club quiere seguir soltando lastre de jugadores con los que no cuenta y a la vez quiere continuar reforzándose. Todo ello in extremis.

En ese sentido, Tighadouini y Gonen deben salir hoy a destinos ya apuntados días atrás, aunque más compleja parece la operación con Juanpi.

Y esas salidas abrirían la puerta a inscribir nuevos jugadores. El primero en la lista de espera es el portero Pawel Kieszek. El guardameta polaco del Córdoba gusta en Martiricos y tras la imposibilidad de ser inscrito por el conjunto califal, encontrará acomodo en Málaga por una temporada si las circunstancias lo permiten.

Pawel Kieszek, polaco de 34 años, no tiene problemas con la internacionalidad por lo que será una baza a tener en cuenta a la hora de competir con Munir. El conjunto cordobés quiere contar con el guardameta la temporada que viene y el jugador también quiere regresar el próximo curso, por lo que buscan la fórmula para que sólo sea un año de salida en Málaga. Pero llegaría con la carta de libertad ya que el Córdoba no puede cederlo al no estar inscrito en LaLiga.

No es la única operación que maneja el Málaga CF en el capítulo de llegadas ya que se sigue buscando un zaguero y un delantero con una buena nómina de goles.

Ofertas por Recio

Otro capítulo será si finalmente acaba saliendo Recio del Málaga, algo que parecía ayer poco probable pero que en las últimas horas del mercado puede cambiar. Tal y como se apuntaba ayer, el malagueño contaba con varias ofertas. Una de ellas del Alavés, insuficiente para el club. Y la otra, del Leganés, aunque también escasa.

Si alguno de esos clubes sube su oferta en las próximas horas, el malagueño podría salir y el club podría buscar un recambio. En cualquiera de los casos, esta noche a las 00.00 horas se conocerá todo. Llega el final, al fin.