El Málaga CF repite su historia en la Copa del Rey. De nuevo, por cuarto año consecutivo, el conjunto blanquiazul queda eliminado a las primeras de cambio. En esta ocasión fue el Almería el que tumbó a los de Muñiz en La Rosaleda tras remontar, con goles de Sekou y Montoro, el gol inicial de penalti de Héctor Hernández al filo del descanso.

Pese a las muchas novedades planteadas por Muñiz en su once, el conjunto blanquiazul fue fiel a su estilo en todo momento. Y así salto al césped de La Rosaleda a intentar superar al Almería, que plantó dura batalla y al final acabó llevándose el triunfo definitivo. De hecho, los visitantes tuvieron momentos de dominio en los primeros 45 minutos y pudieron adelantarse mediante un disparo potente de Martos que se estrelló en el larguero.

Sin embargo, el Málaga fue creciendo con el paso de los minutos y los hombres de ataque empezaron a aparecer, sobre todo Koné, que estuvo muy activo. Y ese dominio de los últimos compases de la primera mitad se tradujo en el gol que ponía en ventaja a los de Muñiz. En el último suspiro del acto inicial, Hicham provocó un penalti dudoso que Héctor Hernández se encargó de transformar engañando a Fernando. Ni siquiera se volvió a reanudar el choque antes del descanso.

Pero todo cambió tras el intermedio. De la misma forma que se adelantó el Málaga, el Almería logró igualar la contienda. Sekou, que revolucionó el partido con su entrada, forzó el penalti de Abqar tras un fallo de blocaje de Kieszek y los visitantes empataban la eliminatoria. El meta polaco consiguió detener el pena máxima, pero el propio Sekou remachó al fondo de la red.

Y a 13 minutos del final, el conjunto almeriense daba la vuelta definitiva al encuentro. Tras una gran parada de Kieszek, el balón llegó rebotado a Luis Rioja, que cedió atrás para que Montoro hiciera el 1-2. Muñiz intentó revolucionar el tramo final del partido con un doble cambio ofensivo, pero ya no fue imposible empatar. Los almerienses jugaron con inteligencia y los malagueños, desquiciados con el colegiado y sus rivales, ni siquiera llegaron a tener oportunidades claras para forzar la prórroga en los instantes finales.

El Málaga vuelve a quedar fuera a primeras de cambio en una competición que históricamente no se le ha dado bien, y aún menos en los últimos años. De hecho, en las últimas temporadas, militando en Primera División, siempre había caído en su estreno ante rivales de Segunda.