Juan Ramón López Muñiz sopla hoy velas como malaguista. El entrenador blanquiazul cumple hoy cien días al frente del Málaga CF, en la que es su cuarta etapa -tercera como primer entrenador malaguista-, por lo que ya ha superado el periodo de rodaje que se suele establecer cuando un nuevo cargo llega a la poltrona.

Y tras cumplir la centena al frente del conjunto blanquiazul, el balance, evidentemente, no puede ser mejor. El técnico asturiano ha conseguido en tiempo récord poner al Málaga CF en lo más alto. Lo ha dotado de una marcada personalidad, lo ha convertido en un equipo serio y todo ello a la par de ir consiguiendo victorias para ser el líder en solitario de la Liga 123.

Si bien es cierto que el asturiano partía con la ventaja de ya conocer de sobra la casa y el entorno, no hay que restarle ni un ápice al mérito de lo conseguido hasta la fecha. No en vano, Muñiz ha dirigido ya al Málaga CF en sus tres etapas un total de 129 partidos con un balance de 46 victorias, 43 empates y 40 derrotas.

Y puesto que era una cara conocida, Muñiz fue, para muchos malaguistas, el mejor fichaje del verano. El entrenador blanquiazul era el preferido en las quinielas el pasado verano. Y hasta en tres ocasiones se negoció su fichaje, hasta que finalmente hubo 'fumata blanca'. Primero fue Mario Husillos, el anterior director deportivo, el que hizo una primera toma de contacto aunque sin éxito. Tras la salida del argentino fueron los consejeros consultivos del club los que retomaron los contactos, aunque fue finalmente el presidente malaguista el que no tenía clara la situación en la que desembarcaría. Por último, tras la llegada de Caminero, todo se aceleró y Muñiz pudo aterrizar de nuevo en tierras malagueñas para liderar un proyecto que necesitaba cambios drásticos.

El técnico asturiano fue presentado en sociedad el pasado 20 de junio. Ahí se puso el contador en marcha, aunque Muñiz ya tenía estudiada a la plantilla y ya había mantenido algunas conversaciones con el actual director deportivo blanquiazul.

Su puesta en escena fue cautivadora. Muñiz expuso ese día el mensaje que la afición malaguista necesitaba escuchar. Apeló al compromiso, a la unidad, a la humildad y, por supuesto, al trabajo diario. «El equipo somos todos, y aquí trabajamos para el Málaga, no para nadie individualmente. El Málaga es el que se va a beneficiar de nuestro trabajo», apuntó.

Y cien días dan para mucho. El verano, la pretemporada, comenzó con deberes por hacer. El Málaga CF no se había desprendido de ningún jugador y la plantilla necesitaba una revolución. Junto con Caminero, el asturiano se puso manos a la obra con un ojo en el césped y otro en las oficinas.

El trabajo comenzó a dar sus frutos. El Málaga cerró un verano atípico aunque con la sensación de haber avanzado en su camino hacia el ascenso a Primera. El balance fue de tres victorias, una derrota y cinco empates. Aunque más allá de resultados, el equipo parecía preparado para competir.

Y así fue. El primer partido oficial del curso, en Lugo, se consiguió el triunfo, aunque con más suspense del esperado. Luego llegaron los otro cuatro partidos consecutivos ganando para colocarse líder en solitario de la categoría. Un camino inmaculado hasta la derrota del pasado fin de semana, en Las Palmas de Gran Canaria contra el equipo amarillo.

En cien días Muñiz ha conseguido devolver al malaguismo la sonrisa y cambiarle el rostro a un equipo triste y perdedor. El asturiano no soplará velas y empleará cualquier tiempo de posible celebración en seguir preparando el partido contra el Rayo Majadahonda del próximo domingo, en La Rosaleda, a las 16.00 horas.