Uno de los alicientes del duelo entre Málaga y Nástic era ver el comportamiento del nuevo césped de La Rosaleda, recién instalado y que hoy se estrenaba. Con solo dos semanas plantado, el nuevo terreno de juego al menos aguantó. No tuvo buen aspecto, en algunaz zonas muy quemado y quizás con mucha tierra, pero al menos no se levantó en casi ninguna parcela y el partido se pudo disputar con normalidad.

Quizás, la banda de Tribuna fue la que peor aspecto tenía. En todo caso, el Málaga confía que con el paso de los días la hierba mejore y esté en perfectas condiciones para el próximo partido en casa, que será el próximo 1 de diciemre ante el Granada. Además, los jugadores y el técnico quedaron satisfechos y Muñiz agradeció el trabajo del personal de jardinería del Málaga por conseguir que el nuevo terreno de juego estuviera apto para jugar con tan poco tiempo.

"Espectacular, hay que tener en cuenta que no han pasado ni 20 días, estaba rápido. El trabajo que han hecho desde jardinería estaba espectacular, hay que agradecérselo porque sabemos las horas que echan. El césped estaba digno para jugar", sentenció al respecto Muñiz.