El Málaga CF se presenta el sábado, a partir de las 16.00 horas, en el Carlos Tartiere de Oviedo y con la cabeza de su técnico, Juan Antonio Anquela, pendiendo de un hilo. Bajan revueltas las aguas en tierras asturianas y de hecho, por poco no se ha producido un cambio en el banquillo azul a tenor de los últimos resultados cosechados y del camino que lleva su equipo, que es decimosegundo con 23 puntos, a sólo seis de la zona de play off.

La posibilidad del cambio de técnico en el próximo rival del Málaga CF viene sonando tras caer en Los Cármenes, ante el líder. Sin embargo, la decisión, que deben tomarla los dirigentes desde México, no ha sido tal y Anquela sigue al frente del equipo con un claro match ball ante el Málaga CF.

El lunes, en una tarde apagada y fría, Juan Antonio Anquela aparecía junto a sus chavales por las escaleras que llevan desde los vestuarios hasta el césped. Gorra calada, mirada al suelo y pocas palabras. El peso de la sesión, en manos de sus hombres de confianza. Un lunes clásico en El Requexón. Ajeno al ruido que se ha desatado en torno a su figura en las últimas horas, en España y en México, el jienense completaba la primera sesión de una semana que, se mire por donde se mire, no es una más. Es clave para su futuro inmediato. La conversación prevista en la noche del lunes entre Arturo Elías, el hombre de Carso con mando en el Oviedo, y los rectores del club no ha llevado al despido del entrenador, que previsiblemente contará con otra bala, una nueva oportunidad, en el choque que los azules disputarán ante el Málaga el sábado (16.00 horas) en el Tartiere.

Su continuidad hasta esa fecha parece clara, aunque en el club azul se mantiene la cautela, conscientes en todos los estamentos de la entidad de que la decisión última le corresponde a Arturo Elías. De ahí que nadie se atreva a pronosticar ninguna solución antes del choque ante el Málaga. Pero la presencia de Anquela en el inicio de la semana de trabajo parece una garantía de su continuidad de cara al último choque de 2018. Un partido que ha tomado tintes de plebiscito.

La labor del entrenador está en entredicho por la mala dinámica en la que se ha metido el equipo. La situación recuerda, aunque quizás más agravada, a la de después de Riazor, cuando el equipo cayó por 4-0 y en el club se planteó el debate sobre la continuidad del técnico. Entonces, la proximidad del derbi con el Sporting aconsejó cautela. Aquella oportunidad fue aprovechada por Anquela y sus pupilos para impulsarse en la competición: victoria directa a la autoestima frente al Sporting, goleada al Reus y empate con buenas sensaciones en Las Palmas. Después, los dos últimos tropiezos que han llevado la situación al punto de partida pre-derbi.

También ahora hay un factor que influye: las vacaciones navideñas. Tras el choque ante el Málaga, la plantilla se irá de descanso ya que no vuelve a competir hasta el 7 de enero, en Soria. Esas dos semanas sin competición le ofrecen al Oviedo un periodo interesante de reflexión para ver qué decisión tomar. Sí parece claro que las opciones de Anquela para seguir al frente de la nave pasan por ganar al Málaga y dar una buena imagen. Uno de los argumentos esgrimidos por los defensores en el club de su continuidad es que, críticas aisladas al margen (en Riazor se escucharon cánticos en su contra), aún no se ha constatado una protesta mayoritaria del público del Tartiere contra la labor del técnico.

En todo caso, se trata de argumentos para pueden influir en una decisión que se tomará en México. Es Arturo Elías el que tiene en su mano qué sucede con el entrenador.