El Málaga CF-Reus, el primer partido del año para el conjunto blanquiazul, se está convirtiendo en todo un culebrón. Un día se juega, al otro no, al siguiente parece que sí se vuelve a jugar y a la espera de novedades. El último capítulo se vivió ayer, con la comparecencia pública del presidente del conjunto catalán para aclarar que la viabilidad del club está garantizada a corto plazo, pero no para un futuro muy lejano. Es decir, que todo hace indicar que el encuentro del próximo domingo 6 de enero a las 20.00 horas en La Rosaleda, a no ser que los jugadores digan lo contrario. Eso sí, los catalanes jugarán con sólo 13 fichas profesionales. Y posiblemente, tras el partido con el Málaga CF, cuenten con sólo once.

En cualquier caso, la versión institucional del club atienda a que su presidente ofreció ayer. Joan Oliver, máximo accionista del Reus, aseguró que en la actualidad «no existe un riesgo de desaparición inminente» de la entidad, pero no niega que «hay una necesidad absoluta de recursos financieros, vía venta de la entidad» y si no se produce «la continuidad será muy difícil».

En una rueda de prensa el día después de que cinco jugadores se desvincularan del club y hayan dejado al primer equipo únicamente con 13 fichas disponibles -puede ser una menos en los próximos días-, Oliver comentó que está trabajando en dos objetivos: «encontrar recursos financieros», así como «mantener al precio que sea viva la institución».

«A día de hoy y a diferencia de lo que pasaba hace 20 días, la continuidad del primer equipo está garantizada», insistió Oliver, quien tiene la esperanza de que «los temas financieros» se puedan resolver más rápidamente.

Pese a ello, el máximo accionista, no quiso dar detalles sobre las operaciones existentes para la venta de la entidad. «Hay una operación viva, se continua negociando para la venta del club», añadió.

Oliver dejó claras sus intenciones, que pasan por «buscar una solución, que es vender el club» y después irse. Sin embargo, el máximo accionista del Reus puntualizó que no realizará el camino inverso, por lo que no se marchará hasta que no encuentre un comprador.

«La continuidad del primer equipo está garantizada e intentaremos pagar a Olmo y a Querol», dijo Oliver, quien afirmó que once de los futbolistas que denunciaron siguen en el equipo porque el club encontró la financiación para abonarles las nóminas de septiembre, octubre y noviembre, dinero que, según el máximo accionista, «ha salido de fuentes personales».

A su llegada al Estadi Municipal de Reus, un centenar de aficionados increparon a Oliver, al que señalan como el responsable de la actual situación que vive la entidad. «El origen de la crisis es el cambio de las políticas del fútbol chino en materia de fútbol», opinó Oliver, ya que él había confiado en que se produjera una financiación procedente de China, merced a un acuerdo con el BIT FC, para afrontar su andadura en el fútbol profesional. En este sentido, Oliver reconoció que su error «fue no darme cuenta antes de esto».

Según sus cálculos, «el Reus ha perdido un millón de euros cada año para poder competir decentemente en Segunda División A» e informó de que se trata del club con menos ingresos de la categoría. «No me iré dejando al Reus en una situación tan grave, porque mi responsabilidad es hacer todo lo posible para arreglarlo», insistió Oliver.

Deportivamente, el Reus visitará al Málaga CF el 6 de enero a las 20 horas, en principio, con los trece futbolistas que quedan en plantilla. Dos días después, esta se podría ver reducida hasta once.

La plantilla del Málaga CF, por su parte, tiene previsto regresar este lunes al trabajo para comenzar a preparar el encuentro contra los catalanes y así cerrar la primera vuelta en casa con un triunfo.