Un obstáculo menos para que se juegue el Málaga CF - Reus. Al menos el jurídico, después de que esta mañana el juez de disciplina deportiva haya estimado que no existen motivos suficientes para la suspensión del encuentro, comunicándoselo a los dos clubes y comparándolo con la situación del Reus cuando se midió al Alcorcón, con numerosas denuncias por impago pendientes de resolución.

De esta forma, el camino jurídico está despejado para que ruede el balón en La Rosaleda este domingo a partir de las 20:00 horas, pero existe el riesgo deportivo reside en las escasas fichas federativas del conjunto catalán a día de hoy (tan solo 12), cuando la Liga obliga a que haya al menos siete para poder disputar.

Se da la circunstancia, además, de que con el Reus ya en Málaga y jugando en La Rosaleda, el partido podría interrumpirse. La normativa de la RFEF -en su artículo 223 del Reglamento General- exige que haya un mínimo de siete profesionales en el once inicial para poder arrancar el partido. De hecho, el número mínimo de futbolistas en un equipo es de siete.

Esto quiere decir, como supuesto extremo, que si el Reus juega y parte de inicio con 11 profesionales, realiza los tres cambios con jugadores del filial y dos de sus profesionales tienen que abandonar el campo por lesión o expulsión, el partido quedaría suspendido entonces. «Si tal reducción de un equipo a menos de siete futbolistas hubiera sido motivada por expulsiones, el partido se resolverá en favor del oponente por el tanteo de tres goles a cero; salvo que éste hubiera obtenido, en el tiempo jugado hasta la suspensión, un resultado más favorable, en cuyo supuesto éste será el válido», explica la normativa.