Hubo un tiempo en el que jugar a domicilio en esta Liga 123 era un suplicio para el Málaga CF. Una dinámica lejos de La Rosaleda deficiente que contrastaba con la soltura y facilidad que tenía el equipo para sacar los partidos adelante en su feudo. El conjunto de Muñiz estuvo seis partidos consecutivos sin ganar como visitante, lo que encendió todas las alarmas.

Pero poco a poco el conjunto malaguista ha sabido cambiar las tornas y ahora encara los partidos de fuera de casa con otra cara. Y es que, desde que cortó la pésima racha sin ganar a domicilio contra el Mallorca (1-2) el 8 de diciembre, el Málaga suma un total de cuatro encuentros sin conocer la derrota de visitante. Una racha bastante positiva teniendo en cuenta lo difícil que es conseguir puntos en campo ajeno. Ganó en Mallorca, empató en Oviedo (0-0), venció en Zaragoza (0-2) y volvió a empatar en Tenerife (0-0).

El puntito del sábado en el Heliodoro Rodríguez López tras firmar tablas con el Tenerife hace que el Málaga haya sumado 8 puntos de 12 posibles en sus cuatro últimas salidas. Un buen bagaje que debe hacer mejor sumando de tres en tres como local. Y es que la media inglesa (ganar en casa y sumar fuera) le sale al Málaga en estos momentos.

La regularidad adquirida a domicilio es evidente y además ha conseguido echar el cerrojo a su portería. Desde que Álex López , del Mallorca, batiera a Munir, el Málaga no ha vuelto a recibir un gol como visitante. Tres partidos con la puerta a cero de forma consecutiva de visitante tiene mérito.

Ahora, el Málaga no volverá a jugar fuera de casa hasta dentro de tres jornadas. Se medirá en La Rosaleda a Almería y Las Palmas de manera consecutiva. Volverá a hacer las maletas en la jornada 26 para visitar al Rayo Majadahonda.