Empate que sabe a mucho por la forma, pero a muy poco por el juego. Un Málaga gris, mediocre y ramplón ante un equipo, a priori, de nivel inferior esperó hasta el último segundo para rescatar un punto. N'Diaye dio la alegría a los blanquiazules en el último segundo tras un partido en el que no mereció nada y a punto estuvo de caer ante el penúltimo de la tabla, que se había adelantado con gol de Miguel de las Cuevas.
El partido dejó poco a destacar. Fue feo, con poco fútbol y pocas ocasiones. La victoria local parecía un hecho, después de que De las Cuevas adelantara a los cordobeses en su única ocasión de peligro, pero el Málaga apretó al final y rascó un punto en la última jugada del partido.
El primer tiempo pasó sin ocasiones, con mucho juego en el centro del campo y poco juego en las áreas. Así fue todo el encuentro, hasta que los locales encontraron el camino del gol a los 60 minutos. En un centro al área, el medio cordobesista cazó la pelota y se revolvió a la perfección ante Ricca para hacer el 1-0. Merecido por los pocos méritos que el Málaga estaba haciendo en el partido.
Con el tanto local, llegó la reacción malaguista. Tuvo que esperar a verse por debajo en el marcador para mostrar algo de su potencial. Este equipo tiene muchos más de lo que ofrece. Y a base de empuje llegó el tanto. Después de un partido donde el Málaga no encontró la vía hacia el gol tras centros y centros a ningún lado, el premio llegó en el descuento. N'Diaye cazó un balón suelto en el área y batió de tiro cruzado a Abad con un tiro raso con el que terminó el choque. Justo empate debido a la racanería de ambos equipos.
Empate que sabe a poco a los blanquiazules pero del que no se puede quejar visto lo visto. El Málaga alcanza los 50 puntos y ahora mismo es cuarto, igualado con los puestos de ascenso directo, a falta del resto de resultados de la jornada. Si este equipo no es más valiente, el ascenso será complicado. Próxima parada: Osasuna.
