El entrenador de Osasuna, Jagoba Arrasate, señaló ayer que el próximo partido ante el Málaga será «muy complicado», pero, si ganan, darían «un paso de gigante» y dejarían a un rival directo «un poco tocado». En conferencia de prensa, Arrasate afirmó que el cuadro navarro se va a enfrentar «a un gran rival, al que últimamente le está costando ganar, pero tampoco pierde» y apuntó que, entre sus virtudes, está «minimizar» al adversario. Advirtió de que Osasuna tendrá que desplegar un juego mejor que el mostrado en los dos últimos partidos, ante el Nástic y el Zaragoza, y en la segunda parte contra el Numancia, para «tener opciones de ganar». Según destacó, su equipo, aunque ha ganado los dos últimos duelos, ha «bajado un poquito» el nivel y, así, abogó por recuperar lo que se hizo bien en los duelos contra el Granada o el Sporting de Gijón. Y achacó ese descenso en el juego a diversas razones.