13 jornadas, 39 puntos en juego y sólo seis plazas para luchar por el ascenso. Ésa es la ecuación y sólo queda despejar varios elementos. Uno de ellos es el paso del tiempo, que conformará un escenario final para el Málaga CF donde puede quedar entre los dos primeros clasificados que den plaza directa a Primera, entre los cuatro siguientes que luchen en un play off a vida o muerte por la tercera plaza de ascenso, o fuera de esas seis primeras plazas, lo que supondría un fracaso rotundo.

La única realidad a día de hoy es que el Málaga CF es cuarto, que está a seis y siete puntos de las dos primeras plazas y que mantiene una renta de cinco puntos con el séptimo clasificado. Hasta ahí, todo parece relativamente equilibrado. Sin embargo, la derrota con Osasuna del pasado lunes parece haber abierto la puerta a una opción bien distinta a la que el malaguismo estaba mirando desde que arrancó la temporada. Ahora el Málaga CF comienza a mirar más que nunca el retrovisor, a los equipos que vienen por detrás y que amenazan su actual vacante entre los seis primeros.

Podría pensarse que el Málaga CF nunca ha dejado de hacerlo, que siempre ha estado pendiente de sus rivales para que no le dieran caza. Pero ahora la realidad ya le pisa los talones. El equipo de Muñiz no renuncia a dar caza a Osasuna o Granada -sobre todo a los nazaríes, con los que se mide dentro de varias jornadas-. Pero es consciente de que su batalla actual es la de mantener su posición de privilegio en la zona de play off. Para ello deberá comenzar a sumar de tres en tres porque los rivales comienzan a no dejar escapar oportunidades.

Esta última jornada 29 coincidió que los cuatro equipos en zona de play off perdieron sus compromisos. Sin embargo, en ésta que arranca hoy sábado todo va a cambiar. Sobre todo porque el Deportivo sí sumará tres puntos al medirse contra el Reus, ya retirado. Albacete recibe al Extremadura y el Cádiz, al Lugo. Puede darse el escenario nada complejo de que el lunes, a las 21.00 horas, el Málaga CF salte al campo de Los Pajaritos como sexto clasificado, adelantado por todos sus rivales directos y con el séptimo clasificado a sólo dos puntos, a menos de un partido de echarlo de la zona de play off.

La importancia de acabar lo mejor posicionado posible no es baladí de cara a un hipotético play off. Y es que no es lo mismo acabar tercero que sexto. Además de contar con el factor cancha para disputar la vuelta de las eliminatoria -serían dos para poder subir-, en caso de empate a goles no habría prórroga ni penaltis. Sí contaría el valor doble de los goles fuera de casa, pero en caso de igualdad pasaría a la siguiente ronda o subiría a Primera el mejor clasificado.

Es un valor sumamente preciado contar con esa ventaja, ya que el potencial defensivo del Málaga CF ha quedado de manifiesto desde que arrancó el curso. En un doble play off de ascenso puede ser oro puro poder contar con ella.

Es por eso que el Málaga CF, si no puede subir por la vía directa, tiene que poner todos sus medios posibles para acabar lo más arriba posible. No puede ni debe dejarse llevar por las circunstancias y tiene pelear por cada uno de los 39 puntos en juego.

Los rivales que ahora mismo están fuera del play off y que pueden ser una amenaza son numerosos. Mallorca, Oviedo, Almería, Alcorcón y Las Palmas están a seis puntos o menos de la zona noble. La batalla promete ser encarnizada y no siempre jugará en contra del Málaga CF.

Y es que por ejemplo, esta jornada hay un Almería-Granada que puede beneficiar al conjunto blanquiazul. Porque lo mismo que tienen los de Muñiz que preocuparse por los que vienen de abajo, Granada y Osasuna deben ser conscientes de que aún no han ascendido, aunque cuenten con clara ventaja para ello.

También un Las Palmas-Mallorca, que puede dejar tocado al perdedor. La Liga enfila su parte decisiva y casi cualquier encuentro comienza a tener una trascendencia irrecuperable.